En octubre del 2012, DC Comics hizo un anuncio que a nadie le gustó mucho, Hellblazer, la aclamada serie del sello Vertigo dejaría de publicarse en su número 300. Esto debido a que John Constantine, el protagonista, fue integrado al roster de los New 52 formando parte de la Justice League Dark, pero no el Constantine de Vertigo, sino un John más joven. Así que por algunos meses existieron dos versiones diferentes, el joven de los New 52, y el Constantine con más de 50 años de Vertigo.
La nueva serie de Constantine y el adiós a Hellblazer

Pero a fines de marzo del 2013, se lanzó una nueva serie que forma parte de los New 52: Constantine.
El nuevo John Constantine
Si algo hay que reconocerle al dibujante de Constantine, Renato Guedes, es que no ha cambiado en nada la apariencia de John, algo que hasta podría resultar extraño debido a que casi todos los personajes de DC sufrieron cambios en su apariencia en este reboot conocido como New 52.

Para ejemplo basta un botón, como es el caso de Zatana que ha dejado atrás su imagen clásica de mago sexy, para ahora tener una imagen más de rockera dark. Pero para gusto de muchos, Constantine es rubio –a diferencia del Constantine de Keanu Reeves–, sigue enfundado en su clásica gabardina caqui que emula a los detectives de antaño, camisa blanca, corbata azul –aunque llega a cambiar de corbata, eso sí–, y pantalones de vestir gris.
En el apartado de historia, los escritores Jeff Lemire y Ray Fawkes no han decepcionado mucho, nos muestran a ese conocido Constantine antihéroe que tanto ha gustado, un John que engaña sin miramientos a humanos y seres sobrenaturales por igual.
Constantine #1, en busca del compás
Primero vemos a John salir de un bar, lo que nos recuerda que no sólo es el tipo más adicto a los cigarros que haya existido en los comics, sino que también es un amante de la bebida. Constantine nos demuestra con sus pensamientos que hará lo posible por obtener lo que necesite, además de que es más que consciente que su mundo está lleno de superhéroes. La trama central comienza su curso natural cuando un conocido de John –aparentemente amigo– llega a su puerta solicitando ayuda.
No se entiende qué es lo que tiene este amigo, sólo que sabe la ubicación de un artefacto mágico conocido como el compás de Croydon, artilugio que sirve para localizar otras fuentes mágicas pero que a cambio pide sangre como combustible.
Así que juntos viajan a Noruega, a un extraño hotel hecho de hielo. Durante el viaje, Constantine se enfrenta a lo que parece ser un ser sobrenatural que intenta detenerlo, además podemos apreciar lo poco que le preocupa la salud mermada de su amigo.


En este hotel de hielo, John descubre que el compás ha sido separado en tres partes: La aguja, el marcador y el lente. En la capilla del lugar helado John se encuentra con la aguja, además de la hija de uno de los mago má poderosos, Sargon, quien al parecer también intenta encontrar el compás. Al final del cómic nos damos cuenta de qué tanto es capaz de hacer Constantine para conseguir sus objetivos.
La verdad es que Constantine #1 no decepcionará a los asiduos lectores de Hellblazer, obviamente no será lo mismo, debido a que es otro mundo, reglas diferentes con las que John Constantine tendrá que jugar. Cómic recomendado si te gustan las historias de magia y misticismo.
¿Qué opinas de Constantine? ¿Has leído alguna vez Hellblazer?









