Historias Bizarras: Krypto, la mascota más troll de los cómics

Si hablamos de súper-mascotas, Krypto seguramente sería la número uno, quizá empatando con Ace: The Bat-Hound (antiguo compañero de Batman); pero, hay algo que hace a Krypto diferente, único... y además, lo convierte en uno de los trolls más grandes en la historia de los cómics. ¿Estás preparado para una de las tantas historias bizarras que la Golden/Silver Age nos regaló? 

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Muy bien, hoy tenemos el placer de presentarte  Adventure Comics #266, Las Súper-bromas de SuperDog ( 1959). Una historia que no solo trata sobre un perro espacial haciendo bromas pesadas a su dueño, sino que es mucho más... Cada comentario, fiel a la época, es una invitación a lo bizarro e incoherente. 

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Krypto, es un perro kryptoniano (de ahí su tan creativo nombre), quien fue compañero de Superboy durante su estancia en Smallville, y actualmente (en algunas historias) reside en  Fortress of Solitude.  Este entrañable can  ha vivido un sinfín de aventuras, pero hoy queremos detenernos solo en una: en el momento que Krypto se comportó como un imbécil con todos, ganándose el título de la mascota más troll de los cómics.

Ennumeremos sus descaradas acciones: 

  • Irrumpe en una sala de ópera, comenzando a volar erráticamente, ladrando y gruñendo con toda su potencia, molestando a todos los espectadores.
  • Negándose a obedecer a su dueño, al momento de que este lo reprendió por el asunto, y haciendo que este quede en ridículo públicamente.
  • Persigue y acorrala a cada gato en el centro de la ciudad, para luego perseguir a todos juntos desde allí. 
  • Revela la identidad secreta de Superboy, rasgando sus ropas y dejándolo expuesto... en dos ocasiones.
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Podría seguir, pero no. Mejor voy a explicar el porqué detrás de su comportamiento. ¿Cómo sería posible que un Súper-perro actuase así?

Imagen DC Comics

Como la mayoría de los eventos en Golden/Silver Age, los conflictos se resuelven de forma extraña e inmediata, al final de cada historia. En este caso, Superboy decide seguir a Krypto, sin que este último se dé cuenta; quizá de esta manera entienda su comportamiento reciente. Mientras lo seguía, nota que se dirige al espacio exterior, por lo que él también toma el mismo camino. Tiempo después, ve a Krypto acompañado de un individuo vestido como un astronauta de bajo presupuesto, y montado en un caballo-cohete de metal (todo lo que estoy diciendo es cierto); una especie de Cowboy-Caballero espacial...

Superboy los sigue, incluso entra a las instalaciones del misterioso individuo; y luego de escanear el lugar, se da cuenta de que había otro Krypto oculto. Es decir, el inocente Krypto había sido capturado y un shapeshifter (cambiador de forma) tomó su lugar, para así llamar la atención de Superboy. 

Imagen Dc comics

Es así que  Kosmon (el Cowboy-Caballero espacial), toma desprevenido a Superboy y lo amenaza con matar al verdadero Krypto si se resiste a ser aprisionado dentro de una jaula de Kryptonita. Superboy accede y es capturado; pero ¡todavía hay esperanza!

El ser fotoplásmico que usó sus poderes de shapeshifter para robar la identidad de Krypto, tenía un fetiche (sí, un fetiche) con los lentes de Clark. Casualmente, Superboy los traía consigo y, casualmente también, la verdadera forma de este ser repele la radiación de kryptonita. Luego de envolver a Superboy, lo libera; y, como es de esperarse, Superboy enfrenta a Kosmon, amenazándolo con dejarlo cautivo en una de sus jaulas si no se retira inmediatamente y libera al resto de sus prisioneros.

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¡Qué hermosas épocas! 

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¿Qué te ha parecido la historia? ¿De qué otro relato de las edades doradas del cómic te gustaría que hablemos?

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