Deadpool vs. el mundo de la literatura: una de las mejores sagas del mundo del cómic

No es porque sí que Deadpool es conocido como el merc with a mouth (o el mercenario bocazas, como lo solemos traducir al español), y si hay alguien que puede sumergir al universo Marvel en total caos, es él. En Killustrated, una serie corta con solo 4 volúmenes publicados hasta ahora, Deadpool se deja llevar por sus instintos y su sed de destrucción hasta niveles nunca antes vistos en el cómic.

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La cosa comienza así: Deadpool acaba de matar a todo el mundo en el universo Marvel, y Killustrated arranca un segundo después. Al darse cuenta de su naturaleza de personaje de ficción, Deadpool decide lanzarse en un viaje que lo lleva por distintos universos de la literatura clásica, en un obstinado plan de asesinar a los grandes personajes del imaginario universal, para acabar con la figura del súperheroe.

Con una recurrente mezcla de referencias Pop modernas con elementos de la literatura universal, el primer número nos regala épicas comparaciones entre Jaws y Moby Dick, con unas ilustraciones que atrapan al lector desde la portada. Aunque la metaficción no debería tener que explicarse a sí misma, hay que reconocer que en este número lo hacen por más páginas de las que deberían.

Imagen Marvel

Ya una vez montado en el Ideaverse, una especie de multiverso habitado por personajes imaginarios, Deadpool continúa su paseo por las páginas de la literatura universal, dejando un rastro de sangre tras de sí.

En el segundo número le llega el turno a Mark Twain de ser picado en dos (un chiste que funciona mucho mejor en inglés que en español), y también a las protagonistas de Mujercitas. Como suele suceder con Deadpool, la fórmula de juegos de palabras y violencia absurda alcanza su pico en el segundo número, y mantiene el nivel hasta el final de la serie.

Imagen Marvel

Luego de decapitar y desmembrar, Deadpool salta a los universos de Scrooge y su Cuento de Navidad, y de Gulliver en el número 3 de la serie. En el número final la visita violenta la reciben los Tres Mosqueteros y Sherlock Holmes.

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Una de las cosas más resaltantes de la miniserie es el arte de la dupla de Matteo Lolli y Sean Parsons, dos artistas que logran interpretar a la perfección la mezcla de géneros que Cullen Bunn pretende hacer con sus guiones. Por un lado, las ilustraciones se sienten totalmente contemporáneas con los clásicos de la literatura universal que Deadpool visita, y a su vez logran incorporar el toque ridículo de moderna ultraviolencia que tanto caracteriza a los cómics de Wade Wilson.

Si eres fanático del mercenario psicópata, esta serie tiene la dosis ideal de locura y violencia para hacerte reír de principio a fin. Si, por el contrario, Deadpool no es de tus favoritos, puedes estar seguro de que la mezcla de géneros y el arte harán de la experiencia algo súmamente interesante como para que le des una oportunidad.