Al leer el título de este artículo cualquiera podría malinterpretarlo y pensar “yo ya he leído varias historias que pasaron por distintos superhéroes de diferentes editoriales y se llaman crossovers, no hay nada de novedoso en ello”.
Conoce la historia que atravesó a tres superhéroes de distintas editoriales

Sabemos lo que es un crossover, pues es la oportunidad de cruzar personajes de distintas editoriales (incluso de otros medios como cómics y televisión) a veces por cuestiones artísticas y otras simplemente para hacer dinero; pero este es un caso diferente ya que no hubo una autorización intrínseca por parte de las editoriales. ¿Cómo pudo suceder?
La historia nos remonta a 1971. Por aquel entonces se publicó la número 56 de la primera serie regular de Aquaman de DC Comics. En ese número el guionista, Steve Skeates, cuenta hacia las últimas viñetas que Aquaman destruye un satélite desde un centro de control mientras ingresaban unos guardias de Crusader (un héroe que había puesto en órbita al satélite para dejar a Detroit con luz las 24 horas para así poder combatir el crimen, pero a su vez generando grandes desastres ecológicos).

Steve Skeates tenía el guión para el número 57 de Aquaman, pero la serie regular terminó ahí (continuó recién en septiembre de 1977 y solo hasta el 63 cuando se volvió a cancelar). ¿Qué hizo entonces? Se fue a Warren Publishing y creó un personaje acuático llamado Targo, Príncipe de Manaii, cuya primera aparición fue en diciembre de 1971 en la revista número 36 de la serie EERIE, en la aventura Prototype. Evidentemente a Skeates no le gusta desperdiciar nada ya que para la EERIE #40 utilizó el guión de la que iba a ser Aquaman #57. En este capítulo le roban los poderes al Príncipe Targo.

Pero se ve que para Steve Skeates no fue suficiente. Para 1974 el guionista se encontraba trabajando en Marvel Comics en los números de The Savage Sub-mariner (sí, otro superhéroe de las aguas). En el #72, Namor debe afrontar la crisis por la caída de un satélite sobre la ciudad. ¿De quién era el dedo puesto sobre el botón de destrucción? Queda a la imaginación. Curiosamente la serie regular de Namor también terminó en ese número.

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Algunos creerán que Steve Skeates cometió esta rareza (convertida hoy en leyenda urbana de los cómics, aunque comprobamos que es verdad) simplemente para ahorrar material o por haberse enojado ya que le cerraron dos títulos en los que trabajaba. Pero también pudo ser que lo hizo para divertirse. Skeates trabajó en numerosas editoriales pero no hizo únicamente guiones para superhéroes o de fantasía y terror, también redactó numerosos guiones humorísticos como en la revistas Plop! ( DC), Howard the Duck ( Marvel) y Crazy Magazine ( Marvel), por lo que puede ser que lo haya hecho solo para crear una anécdota graciosa.
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Lo cierto es que en las editoriales no les importó demasiado y los títulos salieron publicados tal cual.
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