Carmine Infantino: el dibujante de dos mundos

Es el 4 de abril de 2013. Es una tarde gris que presagia tormenta, pero por suerte no llueve. Ya ha caído demasiada agua en Buenos Aires y alrededores. Es un hecho sin precedentes y me entristece ver cuantas familias lo han perdido todo.

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Pero no es eso lo que me nubla un poco la vista mientras leo las noticias que me aparecen en el muro de Facebook: en una entrada de la George Pérez Fan Page se anuncia el fallecimiento de  Carmine Infantino a la edad de 87 años.

El artista que fue

Nacido el 24 de mayo de 1925, su destino parecía estar escrito pues había decidido concurrir a una escuela de arte en medio de la explosión de la llamada Golden Age de los Comic Books. Su primer trabajo en el medio lo consiguió a los diecisiete años, en el estudio de Harry Chesler y entintando una historia titulada “Jack Frost”. Joe Simon quería contratarlo pero Pasquale Infantino, su padre, se lo prohibió diciéndole que primero debía terminar la escuela. Y eso hizo, terminó la escuela. Pero también desobedeció a su padre trabajando como freelance para varias editoriales hasta su llegada a DC Comics en 1947. Ya su padre no podría evitar que el hombre liberara al artista y construyera el camino para convertirse en la leyenda que inspiró a más de un artista hasta en nuestros días.

Imagen DC Entertainment

Para su debut en DC le tocó en suerte ilustrar una historia corta de Johnny Thunder donde se presentaba el personaje de Black Canary en el número 86 de Flash Comics. Algo hay de premonitorio en ese cómic porque en el inconsciente colectivo es imposible disociar a Carmine Infantino del personaje Flash, se trate de Jay Garrick o de Barry Allen. Si bien dibujó y co-creó una infinidad de personajes tanto para DC como para Marvel, Carmine Infantino lleva el sello de ser el dibujante de una historia pivotal para el universo DC: "Flash of Two Worlds!", escrita por otra leyenda, Gardner Fox, y que originaría la cadena de eventos que desembocaron en la miniserie de 1985 titulada Crisis on Infinite Earths.

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La influencia que produjo

Es de suponer, porque sería tonto lo contrario, que Carmine Infantino sabía que muchos artistas crecieron a su sombra. Pero de lo que estoy seguro es que jamás tuvo la noción real que su trabajo produjo en los jóvenes soñadores que aspiraban acomodarse en algún rincón de la industria de los cómics. Y me refiero a todo el mundo, no sólo a un país en particular. Aquí nomas, en Buenos Aires, está mi amigo Enrique Alcatena que no se cansa de elogiar su trabajo y hablar con verdadera admiración tanto de Carmine Infantino como de Gil Kane.

Además de dedicarle un extenso artículo en su blog, pudo darse el gusto de rendirle un tremendo homenaje cuando junto a Chuck Dixon rememoraron a aquel Flash de dos mundos en la historia “Haunted Pampas” en The Flash Annual Vol. 2 13, con Wally West y Jay Garrick combatiendo codo a codo con el Súper Malón, una suerte de Justice League argentina.

Al enterarse del fallecimiento, Alcatena sólo atinó a escribir

“Se murió Carmine Infantino, quizá el artista cuyo trabajo más he querido.”

Creo que tan sencilla frase resume lo que Infantino ha significado para muchos artistas. No sólo dibujantes, guionistas también.

Esté donde esté, ojalá que siga produciendo más cómics junto a los grandes que le precedieron. Para que podamos deleitarnos cuando lleguemos nosotros.