Captain Marvel no brilla tanto como su CGI y la película ¿le da razón a los haters? [reseña]

Desde el estreno de Iron Man, en abril de 2008, el MCU había carecido de una mujer protagonista en su amplio listado de triunfos. Entre las posibilidades surgiría Carol Danvers, personaje que, en los cómics, posee una fuerza que podría rivalizar con Thanos, resultando en un muy oportuno recurso para la conclusión de Endgame.

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Entonces, con la fórmula del éxito en mano, Captain Marvel llegó a los cines, pero el recibimiento por parte de los fans no fue el esperado.

Parte de los aficionados trató de boicotear la película; parte de la crítica desestimó el film con reseñas cargadas de expectativas desmedidas, y parte del público objetivo se dejó influenciar por la opinión mediática. No obstante, como ya lo dijo Thanos: «témanle, huyan de él, el destino siempre llega» y esta vez le llegó a Captain Marvel.

Esta es la historia de Carol Danvers, guerrera Kree de origen terrestre que se ve involucrada en una guerra entre dos razas que no son la suya. Desde ese punto, se presentan a los Kree —de quienes ya hemos visto un poco a lo largo del MCU— y a los Skrull, supuestos villanos de turno, capaces de modificar su ADN para adoptar la forma de cualquier ser vivo (y terroristas galácticos, por supuesto). Sentada la premisa, se contará la leyenda de la superheroina más fuerte de todo el MCU, viajando en el tiempo hasta la década de los 90 y cubriendo temas de agenda que, honestamente, necesitaban ser expuestos.

Ahora bien, más allá de la relevancia del personaje como figura representativa, es importante preguntarnos: ¿funciona como película sin depender del universo cinemático? ¿Es entretenida? ¿Aporta algo al espectador? Y, sin lugar a dudas, sí, Captain Marvel es un poderoso film disfrutable e independiente que, lamentablemente, acarrea con ciertos problemas, pero no es inferior a otros títulos de Marvel que, en su momento, fueron reseñados mucho mejor ( Ant-Man and The Wasp, sin ir más lejos).

Los primeros 25 minutos son tediosos. La introducción es lenta, confusa y carente de personalidad. La dirección de Anna Boden y Ryan K. Fleck —pareja de directores que continúa con la tradición del MCU de dar relevancia mainstream a directores más 'indie'— fue acertada en lo que a desarrollo de personajes se refiere, dándole forma a Carol Danvers de manera excelente y recreando un Nick Fury que se robó la película; sin embargo, fueron desordenados al momento de plantear la historia de origen y lograron las peores escenas de pelea en toda la historia del MCU, con excepción de la final, la cual fue hecha totalmente por CGI.

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La película se quiebra con la llegada de Nick Fury y desde ese punto, hasta el momento en el que ocurre un plot-twist tan ridículo como satisfactorio que cambiará el canon de los Skrull para siempre, Captain Marvel es puro entretenimiento, frenético y lleno de intriga.

Brie Larson no brilla, pero sabe llevar al personaje. Es fuerte y transmite seguridad, aunque carece de carisma y humor, elementos demasiado presentes en Marvel y a los que el público está mal acostumbrado. Como mencionamos anteriormente, sus escenas de batalla, las que deberían reflejar el inmenso poder de la superheroina, se remiten a una sola escena de CGI, precedida de coreografías aburridas y mal filmadas. De igual modo, prefiero un poco menos de acción a un personaje mal adaptado.

En general, la película difiere muchísimo con los cómics. De hecho, es la historia de orígenes que más se aleja de lo canónico, lo cual, hace algunos años, quizá podría haber molestado a los fanáticos, no obstante, dio lugar a una de las vueltas de tuerca más inteligentes, emotivas e inesperadas para conocedores del cómic como, también, para inexpertos que van solo para entender un poco más de lo que sucederá en Endgame.

Captain Marvel no es una película histórica y memorable como lo fue, por ejemplo, Black Panther y podríamos reducirla a un mero conector entre Infinity War y Endgame que presentó un personaje que será de vital importancia en el enfrentamiento final con Thanos y extendió el universo de Marvel al mostrar algunas razas nuevas y enemigos, pero tampoco le haríamos justicia al definirla en función del universo que la contiene.

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También podríamos alegar que es una película importante para esta nueva generación e imprescindible para millones de niñas y jóvenes que querían identificarse con alguien por fuera del clásico estereotipo de héroe con grandes bíceps y frondosa barba.

Es más, podríamos calificarla por el simple hecho de pasar el test de Bechdel, sin embargo, los superhéroes (y sus películas) existen con el único propósito de inspirar y servir de modelo de superación, siguiendo sus principios hasta las últimas consecuencias, hablando por quienes no tienen voz y forjando ideales como el de no tener que demostrarle nada a nadie ya que la mejor versión de uno mismo es la que decidimos por y para nosotros... solo por ello, Captain Marvel desestima toda la envidia y rechazo que los haters quisieron echarle y es la película destinada a ser, guste a quien le guste.

Calificación: 7/10

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