Black Orchid, una flor que nos regaló Neil Gaiman

En 1973 Neil Gaiman creó un personaje que fue a llenar aún más las filas de DC Comics. Sin embargo, desde la editorial nunca se imaginaron que en base a este lienzo un invasor del viejo mundo llegaría y simplemente voltearía la historia, dejando como resultado un obra que marcó la realidad. Un símbolo no solo de la belleza del noveno arte, sino también una muestra de la conexión que puede tener una narrativa con lo más crudo de la realidad. 

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Y vuelve el británico

Neil Gaiman es más conocido por los fans a través de su serie Sandman, sin embargo a finales de la década de los 80, Gaiman tuvo otra brillante historia que no se debe dejar pasar. Black Orchid, está inspirado en un personaje creado en 1973 para la serie Adventure Comics #428.

Se publicó en Vértigo Comics en 3 números del ya clásico formato Prestige , y contó con las ilustraciones del progresivo artista Dave McKean, lo cual la llevo a ser parte de la mítica del sello editorial junto con otras grandes obras.

Sin importar que la trama se desarrolle en un universo muy diferente al canon de DC, se atrevieron a introducir apariciones de Poison Ivy, La Cosa del Pantano, Lex Luthor y Batman. Lo cual lo convierte en una historia de superhéroes pero a la manera de Neil Gaiman.

La historia de una flor

Black Orchid, es la historia de una Susan Linden que resucita como un híbrido humano-planta tras su muerte, despertando con una pérdida de memoria total, de tal manera que lo que sigue es la búsqueda de su verdadera historia, buscando rastros de lo que había sido su vida.

En gran parte de la historia en búsqueda de su identidad, la protagonista, se desplaza por la trama en intentando dar con pistas que le ayuden a resolver quién es y lo que quiere hacer. En el proceso, ella conoce a Batman, Poison Ivy y La Cosa del Pantano, dando el papel de uno de los antagonistas a Lex Luthor, que quiere estudiar a Black Orchid por el medio que sea, incluso mencionando la posibilidad de diseccionarla.

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Mientras Susan empieza a adaptarse a su nuevo cuerpo parte planta, se encuentra con que sus nuevas habilidades, las cuales le permiten resolver sus problemas del pasado, llevándola a un estado más iluminado, y descubrir la luz dentro de ella.

Al típico estilo Gaiman, no se trata de una situación en la cual se debe responder a la acción con violencia, sino se trata una oda (en parte monologa), en la que la protagonista se encuentra rodeada de opciones, las cuales son analizadas una a una.

Con el toque británico

Como sabemos, las obras de los autores que protagonizaron la invasión británica del cómic, siempre traen un trasfondo, en este caso Gaiman hizo una protesta nada sutil sobre la violencia intrafamiliar y la situación de las mujeres abuzadas en los 80, lo cual fue reconocido por varias organizaciones de este fin, y reconocieron a Black Orchid como uno de sus iconos.

La historia fluye a través de un gran estilo de escritura, pero las ilustraciones de Dave McKean hicieron de la historia una verdadera delicia, dando origen a un estilo que marcó diferencia y se adoptó en otras historias.

Una gran historia, la cual (por amor al arte) deberíamos leer y apreciar como muestras de personajes graciosos y simpáticos que se vuelven representantes de ideales e historia, refrescando nuestra vista a la realidad y a las situaciones que pasan de verdad tras nuestra puerta.

¿Conocías esta historia? ¿La leíste? ¿Qué te pareció?

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