Aunque muchos (la gran mayoría) llegamos a ellas por la pantalla chica, las Tortugas Ninja es una franquicia originaria del cómic. Creadas por Kevin Eastman y Peter Laird en 1984, las Tortugas Ninja representaron una gran triunfo para la industria del cómic “independiente”. Por primera vez el éxito era alcanzado por una editorial que no era ni Marvel ni DC, sino Mirage Studios.
7 cosas que no sabías sobre el cómic de las Tortugas Ninja

De las viñetas a la pantalla chica, de ahí a las figuras de acción pasando por el cine, los videojuegos y todo tipo de merchandising donde se le pudiera estampar el rostro de una de estas cuatro tortugas antropomórficas. Teenage Mutant Ninja Turtles son un fenómeno del entretenimiento que merece su párrafo aparte. Hoy repasamos 7 curiosidades sobre el cómic original y la historia que le dio vida.
Pasa a la siguiente página para conocer estos fantásticos datos sobre los primeros años de las Tortugas Ninja.
#7 Originalmente iban a tener nombres asiáticos
Dado que se trataba de personajes ninja, lo lógico es que hubiesen nacido con nombres asiáticos, y esta fue la idea inicial de los creadores.
Lamentablemente los nombres encajaban demasiado bien para la idea “burlona” del producto, por lo que finalmente se decantaron por los nombres de artistas del renacimiento. Tanto Eastman como Laird eran fanáticos de este período.
#6 Nacieron como una parodia de Daredevil
Casi todo en el cómic de las Tortugas es una parodia al género de superhéroes, sin ir más lejos, la misma idea de Tortugas Adolescentes Mutantes sale de la mezcla entre los X-Men y los Teen Titans.
Pero de todas las franquicias conocidas, la de Daredevil es a la que se le hace mayor referencia. Algunos ejemplos:
- El conocido grupo de ninjas rivales llamado The Foot (El Pie) es una clara alusión al clan The Hand (La Mano)
- El nombre del Sensei de las Tortugas Ninja, Splinter (astilla) es una clara broma al nombre del mentor de Daredevil, Stick (Palo).
- Por último, los orígenes de la mutación de las Tortugas y de los poderes de Matt Mudrock son prácticamente idénticos.
#5 El cómic de Mirage era más oscuro
Lejos de la estética amigable y apta para toda la familia que hoy vemos en esta franquicia, originalmente el cómic de Mirage tenía una tonalidad más oscura. De hecho, su lei motiv original era asesinar a Shredder.
#4 El primer contrato de licencia fue firmado… en una servilleta
Esto sucedió en 1986 cuando un representante de la firma Surge Licensing visitó a los creadores con la promesa de un negocio millonario. Si bien el cómic era un éxito, sus creadores dudaban de las cifras que este señor prometía, por lo que firmaron un contrato de prueba no exclusivo, válido por 30 días y escrito en una servilleta.
#3 April O’Neil era afro americana
La hoy reconocida reportera interpretada por Megan Fox supo tener varias encarnaciones a lo largo de la historia del cómic. La primera versión del personaje presentaba una tez indudablemente oscura, que luego fue cambiada para su adaptación animada.
#2 Rafael supo seguir los pasos del Capitán América
Como ya mencionamos anteriormente, en el cómic de las Tortugas Ninja abundan las referencias a otros personajes populares de la industria. En alguna página perdida del archivo de cómics de los 90 se puede ver a Rafael golpeando a Hitler en la cara, de la misma forma que lo hizo el Capitán América en su debut para Timely Comics. Una portada que resultó icónica en la historia del noveno arte.
#1 Los creadores fueron demandados por plagio
Cuando se trata de un negocio multimillonario, las demandas están a la orden del día. Sobre finales de la década del 80, el productor Buffalo Bob, del programa The Howdy Doody Show, demandó a Eastman y Laird alegando que la propiedad de la frase “Cowabunga” era de su autoría.
En efecto, la famosa frase pertenecía al popular show norteamericano de los 50, a la postre adoptada por los surfistas. De todas formas, el estudio responsable del show animado de las Tortugas logró quedarse con el 50% de los derechos de la frase aludiendo que ellos la habían popularizado masivamente.









