Este fue el doloroso sacrificio que tuvo que hacer Eiza González para ir a la gala del Met

La explosiva belleza mexicana tuvo que ausentarse de la celebración por los 66 años de su mamá, Glenda Reyna, para estar presente en la mayor fiesta del año de moda y famosos.

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Hay que cosas que la fama le exige a quienes la cultivan y ni el amor maternal puede cambiar agendas. Así le pasó a Eiza González, quien este lunes, asistió a la exclusiva gala del Metropolitan Museum of Art que, organizada por Anna Wintour, la legendaria editora de la revista Vogue, se celebra el primer lunes de mayo en este recinto cultural de Nueva York.

¿Y cuál fue el sacrificio? Pues resulta que el mismo día, 7 de mayo su madre Glenda Reyna, la exmodelo que fuera una sensación en México en las décadas de 1970 y 1980, cumplía 66 años y su hija menor no pudo acompañarla.


Eiza, de 28 años de edad, deslumbró en la alfombra blanca de la gala con un atuendo original de Prabal Gurung inspirado en un hábito de monja francesa del siglo XVIII, totalmente 'in' para la temática de la velada: Cuerpos celestes: la moda y la imaginación católica, y en el que se invirtieron decenas de horas de trabajo para coser a mano los 250 cristales en forma de cruz que lo adornaban.

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En el evento Eiza se codeó en la mayor fiesta del año de moda y famosos, con JLo, Madonna, Kim Kardashian, Sarah Jessica Parker, Salma Hayek, Rihanna y las otras anfitrionas del evento: Donatella Versace y Amal Clooney.

Mientras Eiza pasaba una noche mágica junto a algunas de las celebridades más famosas del mundo, en su lujoso apartamento de la Ciudad de México, Glenda celebró con su hijo mayor, Yulen Valladares y un grupo de selectos amigos; sin embargo, a la exreina de las pasarelas no le molestó en absoluto que su hija se encontrara a miles de kilómetros de distancia en un día tan especial, ya que verla codeándose con la mismísima Anna Wintour era para ella como un sueño hecho realidad.


"¿Puede haber un regalo más lindo de parte de mi princesdoll que estar en el evento más representativo del mundo de la moda?", escribió Glenda en un mensaje muy emotivo (y un poco enrevesado) que apareció en su perfil de Instagram.

"A una madre que hoy cumple años y que, a través de la vida, la moda, los diseñadores y las modelos fueron nuestro día a día. Para mi familia ha sido el aire que respiramos. Fueron el sustento y educación de mis hijos. Y que mi hija sea parte de este evento con un gran diseñador de esta envergadura y que sea una mexicana y una latina que honra a las mujeres de nuestras tierras, es, para mí, un cumpleaños redondo", concluyó con orgullo.


Pese a contar con la bendición materna para perderse su fiesta e irse a New York a festejar con celebridades ataviadas en alta costura, Eiza quiso compensarla de algún modo por la ausencia, obsequiándole un extravagante detalle que la cumpleañera no se esperaba: un monumental arreglo de rosas rojas de talle largo.

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"Entre mi celebración de vida y el andar de mi hija, me llena de felicidad y agradecimiento total a la vida. Gracias princesdoll por aún en este día tomarte el tiempo para festejar a tu madre en la distancia. Te amo profundamente y goza hasta el último momento en ese espacio lleno de magia y glamour".

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