Vida animal 30 años después del desastre nuclear de Chernobyl

Tras el nefasto estallido de la central nuclear de Chernobyl hace ya 3 décadas podemos decir que hoy por hoy la vida animal se abre paso aunque desconocemos con qué consecuencias.

El 26 de abril de 1986 sucedió una de las mayores catástrofes de nuestros tiempos. Tristemente, con solo citar el nombre de Chernobyl todos sabemos ya a qué nos referimos porque esta palabra ha quedado para siempre vinculada a la muerte y la tragedia.

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Durante estos 30 años desde la explosión, los altos niveles de radiación hacen imposible la vida humana en un radio de 30 km alrededor de la antigua central nuclear pero, ¿y si fuera precisamente la ausencia del ser humano lo que propiciara la vida animal en la región libre de la devastación del hombre? Por otra parte desconocemos los efectos de la radiación en la vida silvestre pero, lo cierto es que tanto la vegetación como la vida animal están progresando significativamente sin que aparentemente se vean resentidos por la contaminación.

Se conjetura sobre las poblaciones de zorros o caballos salvajes que se han encontrado en las inmediaciones. Hay quien sostiene que no es posible puesto que la enorme zona precintada que comprende la región entre Ucrania y Bielorusia podría ser de paso para los animales o haberse encontrado allí fortuitamente.

Pero un nuevo estudio publicado recientemente revela que en la parte de Bielorrusia, las manadas de grandes mamíferos han proliferado sin duda y muy visiblemente.

Diferentes fuentes atestiguan ya las abundantes manadas de diferentes especies. Sorprendentemente la zona es un hervidero de vida y ya se han registrado mediante sistemas de cámaras integrados en el entorno nada más y nada menos que una manada de 60 lobos grises, mapaches, perros, tejones, jabalíes, caballos, ciervos, castores, alces y zorros rojos.

También se han encontrado huellas de diversas aves, también acuáticas. Y por supuesto la vegetación lo inunda todo. Absorbe aldeas enteras poco a poco y toda clase de árboles de la zona crecen sin la más mínima perturbación.

Aunque sea raro decir esto, Chernobyl es hoy la única región puramente sivestre de Europa donde el hombre no actua. Y, ciertamente, da que pensar que un índice mortal de contaminación radiactiva suponga hoy la única barrera para parar al hombre. ¿Esto es lo único capaz de parar nuestro afán de conquista y destrucción? ¿No te parece bastante significativo?

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