Un mundo sin hombres vs un mundo sin mujeres: ¿qué pasaría?

Sleeping beauties es el nuevo libro de Stephen King en colaboración con su hijo Owen King. Este relato nos adentra en un futuro distópico en el cual todas las mujeres sobre la Tierra (excepto una) han caído en un sueño profundo dentro de una especie de crisálida. Si se intenta sacarlas de su letargo de manera forzosa, ellas se vuelven violentas en extremo (así como cuando suena la alarma a las cinco de la mañana).

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Esta historia enciende la reflexión de qué sucedería si el sexo masculino fuera el único en el mundo, dejando a la vista las funciones cotidianas que usualmente desempeñan sólo las mujeres y que tal vez no todos los hombres habían tomado en cuenta.

El nuevo libro de los King nos recuerda a la novela gráfica Y: The Last Man de Brian K. Vaughan y Pia Guerra. En esta obra todos los portadores del cromosoma Y, humanos y animales, mueren de repente. Esto desata una crisis económico-político-industrial como consecuencia de que todas las esferas del poder estaban bajo el control de los hombres.

Los únicos sobrevivientes son Yorick Brown y su mono capuchino, Ampersand. Yorick debe enfrentarse a una nueva realidad en la cual algunos grupos extremistas desean acabar con él de una vez por todas, mientras otros desean defenderlo con fines reproductivos, para adquirir una ventaja militar.

Imagen Vertigo Comics

En ambas novelas podemos ver lo necesarios que son tanto los hombres como las mujeres en la sociedad y los inconvenientes reales que genera la separación de labores por género. También se pone sobre la mesa el importantísimo hecho de que, antes de ser XY o XX, todos somos humanos.

Lo más probable es que el objetivo principal de Sleeping Beauties sea desentrañar el misterio de qué mantiene a las mujeres dormidas, si algún ente maligno como el de El Resplandor o un ser alienígena como en La Cúpula. Pero inevitablemente nos hará cuestionarnos qué pasaría en un mundo sin mujeres.

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Tanto Y: The Last Man como Sleeping Beauties exponen el caos apocalíptico al que nos enfrentaríamos si el otro género cesase de existir. La respuesta a "¿qué pasaría?" en ambas historias es la misma: nada bueno.

Imagen Shutterstock

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