Monopoly es uno de los juegos de mesa más populares que existen, aunque saca lo peor de nosotros convirtiéndonos en máquinas compradoras. De pronto queremos ganar a toda costa obteniendo la mayor cantidad de casas, hoteles y dinero. Incluso nuestros mejores amigos son enemigos por un rato mientras intentamos aumentar nuestro territorio. Hay reglas básicas que todo el mundo cumple y no pueden romperse, pero no siempre nos molestamos en leer las condiciones del juego, ¿no? Generalmente aprendemos por el boca a boca. Eso significa que algunas cosas se pierden en el camino.
Si no usas esta regla, estuviste jugando mal al Monopoly toda tu vida. ¿Lo sabías?
Por:Univision
Esta, por ejemplo, es una regla que está escrita en papel pero no muchos conocen. Sin embargo, es bueno saberlo para instancias futuras. La regla dice que si caes en una propiedad y decides no comprarla entonces el banco tiene que hacer una subasta con ella. Todos los otros jugadores pueden ofertar, hasta la persona que cayó en el lugar. La subasta puede comenzar con cualquier precio, incluso más barato que el original.
¿Por qué es importante esta regla?
La subasta hace que el juego se haga más rápido, más dinámico y más estratégico. Por un lado, implica que los jugadores pueden comprar una propiedad más barata que su precio original. Significa también que quienes precisan ese sitio para construir podrán obtenerlo. Si la persona que cayó en el lugar no puede comprarlo, entonces no deja el turno perdido sino que de todas formas se está avanzando. El juego se hace más dinámico y probablemente durará menos horas.
Si esto no sucediera, al no comprarlo el espacio quedaría libre hasta que alguien más cayera allí. Eso puede suceder muchas horas después de comenzado el juego, porque todo depende de los dados.
Con esta regla se pueden pensar muchas más estrategias y además crece la interacción entre los jugadores. Una persona puede decidir no comprar directamente pero sí hacerlo en la subasta, con un precio más barato. Esto implica nuevos riesgos. La regla no es nueva y de hecho, algunas personas quizás la utilicen. Pero no sucede con todo el mundo: es hora de desempolvar esos papeles que vinieron dentro de la caja y nunca leímos, ¿no te parece?
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