Si estás rondando los 30 años, es posible que hayas empezado a notar algunos cambios que quizá te sorprendan. Incluso es probable que algunas cosas hayan dejado de importarte. Lamentamos informarte que estás a pocas horas de convertirte en señora o señor. Si no lo crees, mira con cuántas de estas señales te identificas.
Señales de que te estás convirtiendo en señor o señora y es momento de aceptarlo (ya resígnate)

#1 Prefieres ver Netflix que salir
Cuando estabas en tus veintes no había película, serie ni programa de televisión que te impidiera salir un viernes en la noche, ¿te acuerdas?

Pero ahora que ya eres señor, Netflix se ha apoderado de tu tiempo libre. Apostamos a que te hace más ilusión ver la nueva temporada de tu serie favorita, que salir a beber unos drinks por la noche.

#2 La cruda te dura una semana
Si te animaste a irte de fiesta como en los viejos tiempos, lo más probable es que te arrepientas muchísimo al día siguiente. A los señores y las señoras la cruda les dura bastantes horas y es más intensa que antes.

#3 La lluvia se convirtió en tu enemiga
Otra señal de que ya no eres un joven vivaz es que cosas como la lluvia son capaces de sacarte de quicio. Es por ello que todas las señoras siempre llevan un paraguas en su enorme bolso. ¿También tú?

#4 No haces planes espontáneos
Seguramente, cuando eras más joven hiciste alguna locura como irte de viaje sin planearlo, ¿no? Pues una señal infalible de que ya eres señor(a) es que la sola idea de pensarlo te estresa.

#5 No entiendes los modismos de los jóvenes
Mucha gente se da cuenta de que ya es señora cuando le es imposible entender las palabras que usan los “chavos”. Si no sabes qué significa “random”, “romperla”, “papu” o “arre”, estás más para allá que para acá.

#6 Ya no te gusta manejar
A los jóvenes les encanta tener su propio, auto porque los hace sentir libres e independientes. Si a ti más que emoción te da flojera estar tras el volante, es una señal innegable de que ya estás “ruqueando”.

#7 Le dices niños a los jóvenes
También es muy común que cuando empiezas a envejecer, te dé por llamar a los jóvenes de menos de 20 años “niños”. Para ti lo son porque ya eres señora, pero en realidad son adultos como tú.

#8 No te gusta la música nueva. Es más, ni la conoces
Otra señal que delata tu condición “señoril” es que no sepas nada de los cantantes ni de la música que está de moda. Además, como no es la música de tu generación, lo más probable es que la encuentres de muy mal gusto.

Por esta misma razón, es clásico de señores seguir escuchando los éxitos de su juventud y decir frases como «la música de hoy no es como la de antes».

#9 Te molesta demasiado el ruido
Antes podías escuchar música súper fuerte y estar en ambientes muy ruidosos sin que te molestara. Pero como te estás convirtiendo en señor(a), lo más seguro es que ese tipo de cosas ya te pongan de malas.

#10 Todo lo que comes te engorda
El metabolismo también cambia con la edad, así que muchos jóvenes se ponen gorditos justo en el momento en que empiezan a convertirse en señores. Lo peor es que este sobrepeso los hace verse todavía más grandes.

#11 Te hace ilusión arreglar tu casa
La juventud está ligada al desorden y al poco interés en el hogar, pero cuando te conviertes en señora o señor, el orden comienza a parecerte maravilloso e incluso te emociona organizar tus cajones más caóticos (seguro amas a Marie Kondo).

¡Y ni hablar si hay ofertas en las tiendas! Quieres todo lo que tus ojos ven: tazas nuevas, una lámpara original, cortinas que hagan juego con la sala y mucho más.

#12 Quieres empezar a hornear
También es muy de señoras que de repente te entren las ganas de aprender cosas consideradas hogareñas, como preparar pasteles y platillos complicados. A esta edad ya no puedes darte el lujo de comer puras sopas instantáneas, ¿o si?

#13 Odias que tus vecinos hagan fiestas
Antes tú eras quien mantenía a todo el edificio despierto con tus fiestas hasta la madrugada. Sin embargo, ahora te has convertido en el vecino odioso que a las dos de la mañana va a tocar la puerta para quejarse.

#14 Compras cremas antiarrugas
Por más que quieras negarlo, una señal infalible de que estás envejeciendo es que tengas la necesidad de comprar cremas para las manchas, las arrugas y todo eso. Ahora sabes que realmente las requieres.

#15 Te quitas la edad
También es más que evidente que si le restas años a tu vida, es porque quieres que todos piensen que eres más joven. Pues no hay nada más "señor" que eso.

#16 La gente te dice señor o señora
Antes los únicos que te decían así eran los niños despistados, esos que ven a todos los adultos iguales. Pero si ahora la mayoría de las personas te dicen señora o señor, quiere decir que eres eso exactamente.

#17 Piensas que tus modismos siguen siendo cool
Si usas palabras como "cotorrear”, “chavos”, “banda”, “momiza”, “cámara” y otras expresiones de tu época, tienes 90% de probabilidades de ser un señor.

#18 Crees que los niños de ahora 'vienen con otro chip'
El simple uso de esta frase te convierte en un señor automáticamente. Evítala al máximo, si no quieres que tu edad te delate.

#19 Te emocionas cuando los aguacates están baratos
Esto aplica para cualquier producto que puedas encontrar en el supermercado. Si te emociona una oferta de frutas y verduras o de abarrotes, eres una señora indudablemente. Hablando de aguacates, ¿sabías que son buenísimos para el cabello?

#20 Hablas de los famosos como si los conocieras
Una cosa es querer saber el último chisme de las Kardashian y otra muy diferente que su vida te importe tanto como para hablar de ella con otras personas. Sólo las señoras hacen eso.

#21 Te duermes a las 10:00 pm
Si tienes un horario fijo para irte a la cama y éste es antes de la media noche, lo más probable es que seas un señor... o un niño pequeño.

#22 Todo te truena
En cuestiones físicas, una señal bastante clara de que te estás haciendo mayor es que tu cuerpo truene a la menor provocación. Si te agachas a recoger algo y escuchas tus rodillas, eres un señor sin lugar a dudas.

#23 Los jóvenes te aburren
Para un 'treintón' bien asumido, no hay nada peor que ir a una reunión con jóvenes que apenas inician sus 20. Las conversaciones le parecerán aburridas y no sentirá ninguna conexión.

#24 Eres más ahorrativo
Si comenzaste a vivir solo en tus 20s, seguro dejabas la luz prendida sin razón y tomabas largas duchas. Pero ahora que eres señor estás más consciente de que esto implica un gasto innecesario, así que ya no lo haces. ¡Hasta descargaste una app que te ayuda a ahorrar!

#25 Tu ropa es más cómoda
Los tacones altos, los jeans entallados y las blusas sin espalda han dado paso a los zapatos bajos, los pantalones holgados y las camisas sueltas. Si éste es tu caso, eres una señora. ¡Acéptalo!

#26 Todos los días te despiertas a la misma hora
No importa si es fin de semana o Año Nuevo, el reloj biológico de los señores y las señoras está súper desarrollado y todos los días se levantan a la misma hora, sin necesidad del despertador.

Hasta haces memes de esto. «Gracias reloj biológico, me arruinaste el fin de semana».
Cuando te despiertas temprano en domingo, porque ya estás acostumbrado a levantarte a las 6:00 am entre semana pic.twitter.com/uEyIcwbNGu
— Aquí Nomás (@GoodbyeTsugumi) September 11, 2018
#27 Tu colchón es de muy buena calidad
La edad te ha enseñado que dormir bien y cuidar tu espalda son cosas fundamentales, así que hace menos de dos años cambiaste tu colchón por uno mejor. Si es así, felicidades, eres un señor(a) y deberías comenzar a asumirlo.

#28 No puedes dormir después de las 9
No sabemos exactamente qué pasa con el organismo de los adultos, pero parece que después de un tiempo el organismo se acostumbra levantarse temprano. Y quizá te pase que ya no puedes seguir durmiendo más tarde de las 9:00 a.m.

#29 Confundes los nombres
Quizá te acuerdes de cómo tu mamá o abuela te cambiaban el nombre por alguno de tus hermanos o primos. Si esto te pasa con tus amigos o familiares, tal vez la "señorés" esté llegando a tu vida.
#30 No sales sin suéter
El frío ya no pasa desapercibido en tu cuerpo como lo hacía cuando tenías 15. Es por eso que ya no puedes salir a la calle sin llevar al menos un suéter. Además, regañas a los que no lleven algo con qué abrigarse.

#31 Vas a más bautizos que a antros
Los antros o bares son ahora lugares casi desconocidos para ti. Tus planes de fines de semana son los bautizos y fiestas de cumpleaños de los hijos de tus amigos.

#32 Cuidas tus tuppers al máximo
Quizá te hayas dado cuenta que tus tuppers y termos se han convertido en el elemento más preciado para ti. Te enojas si algo les pasa y no los prestas por nada del mundo.
#33 La tecnología te cuesta cada vez más trabajo
Tal vez llevas ventaja en usar redes sociales como Facebook y Twitter, pero no entiendes la fascinación de los adolescentes por Instagram, Snapchat o TikTok.

#34 Te peleas con todo el mundo
Ya quedaron atrás esas épocas cuando te avergonzabas porque tu mamá o papá se peleaban cuando iban manejando. Ahora eres tú quien se pelea cuando alguien no pone sus direccionales o te empujan en el transporte público.
#35 Coleccionas plantas
Mantener con vida una planta no es nada sencillo, se necesita mucha responsabilidad. Si ya eres experto en cuidar a tus queridas amigas, es un signo de máxima madurez.

#36 Compras alcohol caro
Ya no te esmeras en buscar promociones de botellas de alcohol. Ahora sabes que lo mejor es comprar licor de máxima calidad y disfrutarlo poco a poco. El precio pasó a segundo término.

#37 Ir al supermercado es tu actividad favorita
Amas descubrir productos nuevos en tus visitas al supermercado. Comparar precios entre una tienda y otra es algo obligatorio para ti, y esperas con ansias ir al super para comprar eso que te falta.

#38 Todos saben tu nombre en el mercado
Ya no te dicen "güerito" o "güerita" cuando vas a comprar frutas y verduras. Los comerciantes ya conocen a la perfección tu nombre, que días compras y hasta tu fruta favorita.

#39 Tienes crédito en las tiendas
Ya perdiste la cuenta de cuantas tarjetas departamentales llevas en tu cartera. Sabes que los meses sin intereses son una bendición y no dejas pasar ninguna promoción.

#40 No duermes en otro lado que no sea tu cama
¿Te acuerdas de la última vez que te quedaste a dormir en casa de un amigo? Probablemente no, porque ya ha pasado mucho tiempo. Sabes que no hay mejor lugar que tu propia cama.
#41 Ves los memes... un día después
Entre el trabajo, la casa, hacer las compras y todo el ajetreo de tu rutina, ya no tienes tiempo para revisar las redes sociales tan seguido como antes lo hacía. Entre eso y que el lenguaje de los "jóvenes" ya no es el tuyo, te enteras de los memes un día después de que son tendencia.

#42 Mandas mensajes de buenos días
Ya no puedes empezar tu día sin desearle los buenos días a tu familia y amigos en los grupos de WhatsApp. Te falta muy poco para comenzar a enviar cadenas.

#43 No vas a fiestas sin llevar regalo
Hace algún tiempo, sólo te preocupabas de llevar cerveza o botana a las fiestas que te invitaban. Ahora sabes que llegar sin un regalo es una falta de respeto.

#44 Te quedas dormido mientras ves películas
Aunque ver tus películas y series favoritas es una de tus actividades preferidas, a veces no puedes evitar quedarte dormido en cualquier momento. No importa que sean las 2 de la tarde.
#45 Tienes un ahijado
No sabes exactamente cómo sucedió, pero cuando te das cuenta ya tienes un ahijado que te llama madrina o padrino. Eso también indica que ya tienes compadres.

#46 Tus gastos han cambiado
Ya no recuerdas la última vez que te gastaste toda tu quincena en un fin de semana o de fiesta, o en un increíble outfit que sólo usaste una vez. Ahora tus ahorros se van en comprar un refrigerador nuevo o en arreglar tu lavadora.

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