El mundo de los videojuegos es un negocio que mueve miles de millones de dólares al año. Varias de las corporaciones más poderosas del mundo poseen sus divisiones desarrolladoras de tecnología y software porque saben que puede ser un negocio redondo. Sony, por si acaso, invirtió en la creación de la línea de consolas PlayStation y su éxito fue tal que la llevó a mantener a empresas permanentemente financiadas para crear juegos exclusivos. Sony Computer Entertainment, Inc. y Sony Computer Entertainment Worldwide Studios año a año reditúan números increíbles.
Recordamos los fracasados intentos por crear tecnología antipiratería en los videojuegos

Un caso similar le sucedió a Microsoft, que supo darse cuenta de que el Sistema Operativo Windows no le iba a dar de comer por siempre y creó las consolas Xbox y juegos bajo la firma Microsoft Studios.
El negocio alimenta a muchas empresas pero todas ellas saben que, a pesar de que son competencia, tienen un enemigo en común a derrotar: la piratería.
La piratería existe desde tiempos inmemoriables. Hace 30 años los juegos se copiaban en diskettes y cassettes. Luego salieron las consolas y no tardaron en aparecer cartuchos “ made in China” (hasta las mismas consolas eran pirateadas). Posteriormente aparecieron los juegos en CD y más adelante en DVD que eran fácilmente copiados en tiendas o en la casa de aquel quien tuviera una grabadora (hasta que se hicieron populares y pasaron a valer unos pocos dólares, claro).
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La piratería siempre estuvo ahí y representó una amenaza para las grandes empresas, lo que las ha obligado a invertir fortunas en desarrollar métodos que evitasen la copia de sus productos. Sin embargo es como dice el dicho: “hecha la ley, hecha la trampa”. Ni bien aparece un método para evitar las copias ilegales, salen los métodos para violarlo.
Entre los más antiguos encontraremos los métodos relacionados con la encriptación de datos que debían descifrarse al inicio del juego y para ello se requería la lectura de su manual. Por supuesto, así como se copiaban los juegos en diskettes se fotocopiaban los manuales (o si se podía hasta se ingresaban todos los códigos en una planilla de cálculos y se imprimía). Algunos casos eran apenas más complejos pero a la vez poco amigables para los daltónicos ya que debías seleccionar un color de acuerdo a la figura.

SecurROM fue una de las tecnologías inventadas por Sony para evitar copias, pero cuando la implementó en el juego Spore no solo recibió miles de demandas por causar problemas sino que transformó al juego en el más copiado por aquel entonces.
SafeDisc es uno de los nombres más reconocidos en este tipo sistemas y, al mismo tiempo, de los más fáciles para violar por los piratas. Algo similar a lo sucedido con LaserLock.
StarForce es otro método creado por una empresa rusa para evitar las copias de sus discos. Generó mucha polémica debido a que se consideraba malware, dañaba las unidades y hasta terminaba fracasando en su intento por evitar la publicación de juegos pirateados. Ubisoft abandonó su uso en 2006 por problemas con los clientes.
En cuanto a las consolas, la mayoría contaba con copias ilegales. Era fácil comprar en tiendas versiones chinas (y de otros países asiáticos) de juegos para NES o copias piratas de juegos para Playstation. Incluso hasta se modificaban los juegos en algunos casos.
Desesperados por no lograr los frutos, las empresas se volcaron a los DRM, que son sistemas de protección de medios (cine, música, libros, etc.). Sin embargo, todos fueron violados con el tiempo, incluyendo uno de los pocos considerados exitosos como Denuvo (también de Sony).
Está claro que nunca se va a poder lograr un sistema 100% efectivo de protección contra la piratería y es por eso que los desarrolladores se volcaron a otras culturas del gamer. Por ejemplo, muchos de los mejores juegos tienen gracia solo si se juegan online. El método para ingresar al servidor de un juego en forma ilegal es prácticamente imposible por lo que obliga al jugador a comprarlo. Otra forma es el pago de las mejoras de un juego: el mismo puede hasta ser gratuito, pero si te interesa personalizar tu aspecto, tener armas especiales, ingresar a misiones exclusivas o mantener actualizado el juego, debes pagar.
De todas maneras las empresas han pasado sus años en lograr el mejor método de todos que es el de asegurarse acaparar todos los mercados. Supongamos que no compras el juego de la Empresa X, lo copias sin darte cuenta que la grabadora es fabricada por la Empresa X. Ahora supongamos que ni el juego es legal ni la grabadora es de la Empresa X, ¿quién crees que produce el DVD virgen?
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Las empresas hoy cubren todos los mercados: fabricación de hardware (discos duros, blurays, grabadoras, consolas, etc.), software (para realizar copias, SO, etc.), comunicaciones (proveedores de internet, antenas, etc.) y se aseguran que en un lado u otro termines pagándoles.
¿Qué otro método antipiratería recuerdas?


