Cuando pensamos en yoga, lo más común es que vengan a nuestra mente imágenes del mundo zen: equilibrio entre mente y cuerpo, sonidos de la naturaleza, salud, libertad y, sobre todo, paz.
Rageyoga: donde el licor, el heavy metal y el yoga se unen

Pero en Canadá reinventaron esta disciplina oriental de la forma menos esperada. En el Dickens Pub de Calgary se puede escuchar heavy metal y beber alcohol mientras practicas asanas como la postura del águila, la postura del arado, el triángulo invertido y todas las que tu flexibilidad te permita.
Pero que no se malinterprete: el hecho de que estos elementos particulares integren la clase, no quiere decir que todo será un desastre de desorden y ebriedad, la intención de los creadores de la actividad es que la gente puede tener contacto con sus emociones de la manera más honesta.
Esta tendencia titulada Rage Yoga, fue creada por Istace, una joven de 24 años de edad que sufrió una ruptura dolorosa y que buscó equilibrio en clases convencionales de Yoga. Al ver que no encajaba 100% porque todo era muy calmado, pensó en crear este nuevo estilo que en su opinión, podría ser menos intimidante para los principiantes que estaban acostumbrados a la “cultura habitual del yoga”.
La clase tiene un costo de 12 dólares la hora e incluye un ticket para cerveza grátis. Aunque la idea no es que haya un descontrol total, está permitido drenar toda la ira que puedas tener. Incluso, su creadora dice que puedes gritar a todas las cosas que no le dijiste a tu ex o a tu jefe.
Esta mezcla suena bastante excéntrica, pero nada se pierde con intentar. Quizás los yoguistas clásicos no le encuentren sentido, pero si a alguien le sirve para cerrar ciclos y dejar lo negativo atrás, pues bienvenida sea.




