Para entender mejor la extensa obra del autor estadounidense, hay que tomar en cuenta una serie de elementos que resaltan y que a la vez fascinan. Al final, descubrimos que hay mucho más que disfrutar.
¿Qué tienen en común las obras de Edgar Allan Poe?
El maestro de los cuentos cortos, renovador de la literatura gótica y el horror, uno de los pilares fundamentales para el género de ciencia ficción e inventor del relato detectivesco. Todo esto, y más, son una muestra del trabajo de Edgar Allan Poe.
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Las personalidades
En las obras de Poe es común encontrar la existencia de una personalidad que se alterna con un alter ego como para demostrar la existencia de dos perspectivas. Por un lado, la inminente llegada de la locura y, por el otro, una especie de voz racional que describe los acontecimientos. En conjunto, quien lee se sumerge en dos versiones igualmente perturbadoras de la historia.

Los muertos y vivos
Otro elemento característico es la aparición de los muertos en el mundo de los vivos. El encuentro de ambos mundos se da a través de los recuerdos y, a través de la historia, se entremezclan hasta desdibujar la línea entre el pasado y el presente.
Las mascaradas
Los personajes de Poe abandonan las reuniones sociales convencionales para citarse en las mascaradas, celebraciones en las que se exploran nuevas sensaciones y hay rienda suelta a las extravagancias. Los rostros escondidos dan pie al libertinaje.
Símbolos
Los símbolos presentes en los relatos de Poe tienen diferentes formatos y significados. Estos, a su vez, le da a quien lee más información sobre lo que sucede y sobre conceptos más complejos. Por ejemplo, en The Cask of Amontillado, el autor utiliza el nombre Fortunato para su personaje principal, quien más bien sufre una serie de desgracias. Sin duda, una muestra que la vida puede ser cruelmente irónica.
El amor y el odio
Las emociones más referenciadas en las artes, también se hacen presente en el trabajo del escritor, esta vez, como las dos caras de la misma moneda. Tanto el amor como el odio, suscitan actos sublimes o grotescos, son la manifestación de la naturaleza humana en su máxima expresión.










