¿Qué dejó Lady Di en su testamento? La herencia salvó al príncipe Harry y a Meghan

La princesa Diana siempre demostró ser una madre dedicada y amorosa con sus hijos. Su profundo amor y preocupación por William y Harry no se limitó a su tiempo en vida, ya que el apoyo de Diana ha estado presente hasta la actualidad, tal y como lo comentó el príncipe Harry en la reveladora entrevista de él y Meghan Markle con Oprah Winfrey.

Harry expresó que en el primer trimestre de 2020 dejó de recibir apoyo financiero de la realeza, lo cual provocó que él y Meghan se enfrentaran una situación vulnerable por un instante. Afortunadamente, la herencia que le dejó su madre, la princesa Diana, le permitió afrontar el momento.

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quote: Tengo lo que me dejó mi mamá. Sin eso, no hubiéramos podido hacer esto.

Harry ahondó en que su mamá muy probablemente tenía una idea de lo que podría pasar, por lo que se aseguró de dejar un apoyo para sus hijos si los tiempos se complicaban. Sin embargo, esto no es lo único que estipuló en su testamento.

La herencia de Lady Di: su última voluntad y los cambios que tuvieron sus deseos

El 1 de junio de 1993, la princesa Diana firmó su testamento y carta de deseos en donde declaró lo que pasaría con su patrimonio, activos e inversiones.

Estos documentos también incluían otros bienes y objetos de valor como joyas, vestidos, tiaras de diamantes, fotografías, cartas, pinturas familiares, películas y mucho más.

En el momento de la trágica accidente y muerte de Diana, la princesa contaba con activos valorados en un poco más de 21 millones de libras sin restarle impuestos, que en ese entonces eran alrededor de 31.5 millones de dólares.

En caso de fallecer antes de que sus hijos alcanzaran la mayoría de edad, evento trágico que desafortunadamente sucedió el 31 de agosto de 1997, el dinero de Diana se debía depositar en un fideicomiso, al cual William y Harry tendrían acceso, a partes iguales, una vez que cumplieran 25 años.

Con respecto a sus posesiones, la princesa Diana manifestó que el 75% de sus joyas y demás objetos de valor debían dividirse entre William y Harry.

El resto, el 25%, debía repartirse entre sus 17 ahijados. Además, dejó en claro que su mayordomo real, Paul Burrell, recibiría 50 mil libras esterlinas.

Cuando Diana firmó este testamento en 1993, nombró a su madre Frances Ruth Shand Kydd, y a su secretario personal, el comandante Patrick Desmond, como coejecutores del mismo. Sin embargo, casi tres años después, en febrero de 1996, removió al comandante y lo reemplazó con su hermana, Lady Elizabeth Sarah Lavinia McCorquodale.

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A pesar de que la princesa Diana dejó en claro sus deseos, su hermana y madre decidieron hacer unas adecuaciones en el testamento después de su muerte. Una de las más significativa fue la que afectó directamente a William y Harry.

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La voluntad de Diana era que sus hijos tuvieran acceso completo a su fideicomiso una vez que cumplieran 25 años. No obstante, Frances y Elizabeth cambiaron la edad a su cumpleaños número 30.

Los príncipes sí recibieron ingresos del fondo cuando cumplieron 25, pero no con la apertura y libertad con la que accedieron al dinero una vez que alcanzaron su tercera década. De acuerdo con Forbes, una vez que Harry y William celebraron su trigésimo cumpleaños, cada uno recibió más de 10 millones de libras.

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Con respecto a lo heredado a sus ahijados, la hermana y madre de la princesa Diana decidieron cambiar la repartición: en lugar de que se dividieran el 25% de sus posesiones, cada ahijado sólo iba a recibir un objeto de Diana, el cual iba a ser elegido por ellas. Además, eso sólo se les iba a entregar una vez que su heredero menor, el príncipe Harry, cumpliera 30 años.

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