Las protestas por la violencia policiaca y el racismo parecen sacadas de películas
El asesinato de George Floyd a manos de oficiales del Departamento de Policía de Minneapolis ha causado un impacto tremendo en la sociedad estadounidense.
El despertar de miles de americanos se ha presenciado en las calles gracias a las marchas y demás protestas que exigen justicia y se rigen bajo el estandarte de #BlackLivesMatter.
En general, se han dado varias protestas pacíficas donde los manifestantes están boca abajo con las manos detrás de la espalda y gritan al unísono «I can’t breathe» (No puedo respirar), las últimas palabras de Floyd.
Así como marchas donde la policía se mantiene al margen y no atenta contra los protestantes.
Lamentablemente, no ha sido así en todos los casos. La brutalidad policiaca se ha distinguido en muchas otras de las manifestaciones que simplemente nos hacen pensar que lo que estamos viendo no es real, sino que es sacado de una película.
Camionetas policiales acelerando y pasando encima de los protestantes. Violencia sin sentido ante personas que están alzando la voz ante la injusticia.
Tanques de guerra transitando por las calles. Policías empujando, golpeando y arrestando a cientos de personas protagonizan la falta de humanidad que se está viviendo en las calles de EUA.
Las imágenes que varios fotógrafos han capturado de este momento simplemente nos recuerdan que la realidad lamentablemente puede superar a la ficción.
El hartazgo de la gente es evidente y, a pesar de la fuerte respuesta del departamento policial de varios estados de EUA, los protestantes han dejado en claro que NO se van a callar y van a hacer lo que sea necesario para que las autoridades escuchen.
Los incendios en medio de las protestas se han caracterizado por capturar no sólo la atención de los fotógrafos sino también la mirada del resto del mundo.
Muchos miembros de la fuerza de policía se hacen de oídos sordos y en medio de las manifestaciones muestran el abuso de poder que justo es un factor importante de las protestas.
De costa a costa, las protestas han hecho resonar las calles estadounidenses e incluso hicieron que la Casa Blanca apagara sus luces. Por el momento, Donald Trump se encuentra refugiado en un bunker.
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