Han Solo nos ha alertado durante los sismos en México y no te habías dado cuenta

Pocos son los sonidos que son capaces de poner en alerta a todos los mexicanos. Sin duda alguna, la alerta sísmica es uno que se ha grabado en nuestras mentes con la fuerza con la que el cincel marca sobre la piedra. A pesar de ello, también se trata de un llamado de esperanza, que nos alerta para protegernos. ¿A quién le debemos ese mensaje que es tan aterrador como eficiente?

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Primero, al Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (CIRES). Esta asociación civil no lucrativa fue la encargada de crear la alerta sísmica en 1989. Esta sirena empezó a funcionar de manera pública en 1993 y, tras el terremoto del 85, se buscó que diera un mensaje claro y difícil de copiar. Para ello recurrieron al actor de doblaje Manuel de la Llata García.

De la Llata fue una de las personalidades más importantes dentro de la locución en la década de los 70. Pero a pesar de su popularidad, siempre mantuvo un perfil bajo. Pero en verdad muy bajo, como explicó el New York Times en español.

Poco se sabe de él fuera de los personajes que dobló, como a Christopher Reeve en la primera película de Superman y a Han Solo en una de las primeras versiones al español de Star Wars. También fue la voz de Charlie, el jefe en la serie Los Ángeles de Charlie, e incursionó en la radio y en comerciales.

Imagen VIX

Carlos García es gerente de la Asociación de Radio del Valle de México (ARVM) y le narró al New York Times cómo fue que Manuel de la Llata se convirtió en la voz que repite con insistencia "alerta sísmica, alerta sísmica". Se trató de una decisión directa, sin pruebas ni audiciones. El CIRES necesitaba un sonido original, y la grave voz característica del locutor fue la elegida. Así fue como se convirtió en el héroe sin rostro detrás del Sistema de Alerta Sísmica Mexicano.

Después de su exitosa carrera, De la Llata se retiró a un rancho a pasar una vida tranquila. Sólo se sabe que falleció debido a una embolia cerebral el 14 de junio de 2016 a sus 72 años de edad. Ahora lo recordamos en momentos de alto estrés, pero también lo identificamos como esa voz que nos da una oportunidad antes de una posible tragedia.

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