Recordamos a He-Man como ese hombre de una musculatura incomparable y que no teme luchar contra las fuerzas del mal de Skeletor. (Bueno, también lo recordamos por sus memes, pero eso es aparte). He-Man era el macho fuerte que todos los niños querían imitar, ¿y cómo no? Si ÉL TENÍA EL PODER.
Estas son las razones por las que necesitamos a más hombres como He-Man en el universo

Pero algo que no siempre notamos es que este épico personaje también era un modelo a seguir porque demostraba un equilibrio entre sensibilidad y talento en el combate físico. He-Man destruyó los estereotipos de género incluso en una década en la que la televisión aún no se planteaba esa misión.
Y por estas razones es que necesitamos a más hombres como He-Man en el universo:
#1 No le temía a lo "femenino"

Es posible que los diseñadores decidieran vestir al Príncipe Adam de rosa para acentuar su lado frágil y suave. El He-Man de la vida diaria se vestía de rosa, contaba chistes medio ñoños y a nadie le importaba. Sus amigos no se burlaban de ello, porque la gente demostraba su valor con acciones, no con su apariencia.
He-Man expresaba un lado que no se esperaba de un guerrero con hacha, pero que lo convertía en un personaje más completo e interesante. (Eso en la caricatura, que en los cómics sí era un bárbaro y ya).
#2 Apoyaba a las mujeres fuertes

Teela era Capitana y su misión era proteger al Príncipe Adam: una mujer era la encargada de proteger la vida del heredero. A veces se sentía que había algo más entre ella y He-Man, así que al muchacho no le incomodaba estar junto a una mujer poderosa. Es más, ¡le parecía atractivo!
She-Ra, la hermana de He-Man, también fue un ejemplo de representación femenina en aquella época. Hombres y mujeres poderosos convivían codo a codo.
#3 Era fuerte tanto por sus músculos como por su mente

Si alguien posee una fuerza sobrehumana es fácil imaginar que recurriría a sus puños para arreglar todos sus problemas, pero He-Man no era así. Él prefería evitar la violencia cuando era posible, porque sus valores eran su arma predilecta. Ser hombre no es sinónimo de solucionar todo a golpes, y He-Man lo sabía muy bien.
Por eso él siempre daba una moraleja al final de cada episodio, de seguro lo recuerdas a la perfección. No importaba de qué tratara el episodio, He-Man siempre trató de dejarnos una moraleja positiva al final. Porque la información es poder, y quien tiene poder se convierte en el Amo del Universo.
Claro que en esta caricatura podemos encontrar algunos estereotipos de género, como que Teela a veces era la doncella en desgracia. Pero para la década, es rescatable que He-Man fuera sensible y un gran guerrero a la vez, sin que una faceta desacreditara a la otra.
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