Cuando un libro incitó tanto al odio, ¿debería ser prohibido? Censura y distribución de Mein Kampf, hoy

Ojalá algunas cosas no se hubieran escrito

PUBLICIDAD

Pocos libros en la historia guardan sentimientos tan oscuros como la autobiografía de Hitler. No es solo lo que dice el libro sino que luego, Hitler materializó el nazismo: esas "ideas" fueron una pesadilla que se hizo realidad para millones de personas. Muerte sistemática, desolación, como el mundo nunca la había visto. 

Mein Kampf, o "Mi lucha" es un manifiesto de odio, de violencia, que lejos de quedar sepultado en la historia del siglo XX, vuelve en inquietantes noticias.  "Clausuraron un kiosco de diarios porque vendía el libro 'Mi lucha', de Adolf Hitler" se lee en un titular y, si se indaga, se nos cuenta que el material no tenía datos editoriales, de imprenta. O sea, ¿vendían el texto? ¿Por qué?

En primer lugar, podríamos especular que era una forma fácil de ganar dinero, aprovechando la curiosidad morbosa de algunos para generar ventas. 

Imagen Wikimedia Commons

A partir del 1 de Enero de 2016, el texto pasó al dominio público y fue republicado por primera vez en Alemania desde 1945, aunque distintos países ya habían manejado los derechos de autor de otra forma, como EE.UU cuyo gobierno "capturó" los derechos en 1942 (aunque una editorial los adquirió para sí en 1979).

Prohibir la circulación de  Mein Kampf  hoy no serviría de mucho, y no es exactamente censura . Como forma de intervenir la libertad de expresión y de prensa, la censura es una mecanismo de desinformación e ignorancia. De inhibir cambios, de impedir que la gente sepa cosas importantes, de sofocar cuestionamientos.

PUBLICIDAD

La realidad es que no es difícil acceder al texto en Internet, y su compra es legal en muchas partes del mundo. Lo que la Fiscalía de Buenos Aires alega es que esto era parte de una organización neo-nazi, y eso es algo totalmente distinto: ahí el libro se transforma en un vehículo de algo... y es cierto, es un símbolo del nazismo y el nazismo durante 70 años se ha resistido a desaparecer. 

Rosas en honor a víctimas de campos de concentración

Imagen Shutterstock

Propaganda, investigación histórica, coleccionismo, ediciones comentadas en Universidades, contextos muy distintos para el mismo material 

Por sus repercusiones, por su historia, es muy difícil compararlo con otros libros de odio, que los ha habido. Algunas sociedades y gobiernos siguen, hasta el día de hoy, emitiendo censura y controlando a los medios (precisamente, suele ser por el potencial "liberador" de una obra, y este jamás sería el caso). 

Mein Kampf  difícilmente sea olvidado, aprendemos de su existencia en la secundaria y siempre alguien pregunta: "¿y se puede leer?".

Imagen Shutterstock

Sí, podemos escribir libros sobre infinidad de cosas, podemos escribir ficciones que nos eleven y nos hagan soñar, distopías que nos sirvan como precaución para elegir nuestro futuro.

Y recordar que eso existió. Que fue llevado a cabo, que su potencial destructivo fue enorme y asegurarnos de que esas palabras no cobrarán vida, nunca más.