Es una cuestión de comprar contra adoptar. Los animales son seres vivios y muchas veces tienen condiciones lamentables a las que los humanos los someten antes de terminar en la tienda. Si bien muchos compran un cachorro o un felino bebé para llenar su vida de cariño y de seguridad, el animal no cuenta con esos beneficios en los locales dedicados a las mascotas (en muchos casos). Así que, ¿comprar o adoptar un animal?
Cuando se trata de perritos y gatitos, Nueva Jersey pasa una ley fascinante (que México debería copiar)

Reproducción de cachorros
Por lo menos en los Estados Unidos se estiman 10,000 centros de reproducción de cachorros. Entre todos se crean al año cerca de 2.4 millones de perritos al año. Estas cifras de acuerdo con The Humane Society, quien agrega que menos de 3,000 de esos centros están regulados o certificados. Del otro lado de la historia, cada año se calcula que en Estados Unidos hay 3.9 millones de perros entrando a refugios.
Esto sin pensar en lugares como México, donde la cultura ha llevado al hombre a despreciar al perro. En muchas ocasiones podemos ver animales abandonados en la calle. Eso sin contar las peleas de perros, los cachorros abandonados y los animales maltratados y golpeados. El hombre es cruel y desafortunadamente son más los malos que los buenos; muy pocos se dedican a adoptar y rescatar gatos y perros.

La ley que marca el ejemplo
Nueva Jersey, Estados Unidos, está dando la clara pauta hacia las regulaciones para los animales. Especialmente con perros y gatos, como un objetivo inicial. El Senado de Nueva Jersey pasó una ley que regula a las nuevas tiendas de animales (especialmente las que se hayan abierto desde enero 12 de 2016 o hayan renovado desde esa fecha sus permisos) no pueden vender perros o gatos a menos que sean de refugios o sitios de rescate de animales.
En otras palabras, las tiendas de mascotas no podrán vender un animal que provenga de los centros de reproducción de perros o gatos (en su mayoría no regulados). Serán animales rescatados en su totalidad. Estará el cliente comprando un animal que viene directamente de personas que le han salvado la vida. No de personas que inicialmente buscaban lucrar.

Por supuesto, la industria de mascotas y algunos otros empresarios ven esta ley como algo negativo. Sus argumentos incluyen el hecho de que un cliente tendrá menos opciones a la hora de elegir a su mascota. Yo me pregunto, ¿no es mejor que el perro o el gato provenga de un centro de rescate?
Nuevamente es cuestión de comprar vs adoptar. México está todavía muchos pasos atrás de llegar a una ley así. Las normativas están en sus primeros pasos y, aunque existen centros de adopción y lugares que rescatan animales, siguen siendo la gran minoría del país. ¿Qué elegirías tú?








