Doce personas han muerto intentando sacarse una selfie en lo que va de este año mientras que solo ocho fueron devoradas por tiburones alrededor del mundo.Temibles y voraces, estos depredadores demuestran ser menos letales que una foto en el momento inoportuno.
Aunque no lo creas, las selfies han matado más gente que los tiburones

Estos accidentes están relacionados a torpeza y a la falta de atención en entornos con elementos peligrosos, así que todos deberíamos entender que las selfies no se pueden sacar en cualquier momento y cualquier lugar. Entre las causas de las fatalidades están ser atropellado por un tren, morir electrocutado, dispararse mientras se posaba con un arma y tropezar al vacío. Otra cosa que no es segura: tomarse selfies con animales salvajes (estamos hablando de osos no de tiburones).

Las buenas selfies son proezas que todos celebramos. A veces incluyen acrobacias complicadas para conseguir ese ángulo que dé un vértigo especial a la imagen, o resalte nuestros atributos físicos. Pero no se trata de periodismo arriesgado o de fotos en el medio de una guerra, nadie debería ponerse en riesgo cuando se trata de capturar el momento con los amigos. Si bien las selfies nos podrían volver víctima de algún comentario desagradable en las redes sociales, han demostrado que también pueden matarnos, literalmente.
Una foto no es una selfie si no te tiene a ti mismo como protagonista, así que sé más astuto y no te pongas en riesgo en el intento. Pueden servir para mejorar la autoestima y ayudarnos a compartir recuerdos, pero cuando la vanidad es excesiva se transforman en un hábito molesto y antisocial, ni que decir, peligroso. En algunos espacios turísticos donde la gente puede verse tentada por las selfies, están expresamente prohibidas.









