Descubrir sonidos está hoy a un clic de distancia. Además de las lyrics que cantamos, los acordes y melodías que se ganaron un lugar en nuestro repertorio, a lo largo del siglo pasado y hasta el presente han habido importantes inventos tecnológicos que moldearon la relación que tenemos con la música y nuestra forma de consumirla. Estas tecnologías hicieron más fácil obtener canciones, reproducirlas y compartirlas. ¿Te imaginas hoy tu vida sin alguna de ellas?
9 tecnologías que cambiaron para siempre nuestra forma de escuchar música

1. El cassette

Inventado en los años 60, su auge fue en la década del 80. Estas cintas magnéticas se compraban en las tiendas y permitían grabar una hora de música más o menos. Para encontrar una canción, debías rebobinar hasta el punto deseado, son el equivalente sonoro al VHS. Como novedad, te permitían grabar canciones de la radio y crear compilados de varios artistas, ¡lo cual hacía un regalo fantástico!
2. El walkman

Por primera vez en la historia, podías estar solo al aire libre y escuchar tu música favorita. A partir de los 80, el invento de Sony engendró una generación de jóvenes enfrascados en sus propias bandas sonoras. Estar caminando o corriendo y al mismo tiempo “enchufado” fue una verdadera revolución, mucho antes de los celulares.
3. El compact disc

Aquí lo importante es la calidad, es más liviano y no precisas rebobinarlo. La revolución digital había llegado para quedarse. Aunque se puede rayar, la forma redonda del CD era reminiscente a la de los discos de vinilo. Se cuenta que hasta el 2007 se han vendido más de 200 billones de CDs a lo largo de la historia.
4. El mp3

El formato mp3 (creado en 1993) es lo que hoy todos usamos para guardar sonidos en un entorno digital. Es económico, fácil de usar y mantiene una calidad aceptable y regulable. Además, es una codificación estándar lo que te garantiza que tus archivos sean legibles en cualquier medio. Es así como la reproducción de música en nuestras computadoras encontró su lenguaje universal.
5. El iPod

El invento de Apple permitía almacenar a partir de 5 GB de canciones, lo que se traduce en cientos de horas de reproducción, con nuevas y más potentes generaciones saliendo cada año al mercado. Para los amantes de las grandes colecciones, era la diferencia entre una organización impecable de bibliotecas enteras de música o escuchar el mismo disco una y otra vez.
- Ver también: Cómo escuchar música gratis en un iDevice
6. Napster y el Peer 2 Peer sharing

Napster fue el protagonista, entre 1999 y 2002, de una oleada de programas que usaban la web para compartir archivos, por lo que te podías olvidar de volver a pagar por un disco en tu vida. Fue declarado ilegal y combatido por la industria y los artistas. Hoy en día, la piratería sigue siendo muy popular en América Latina y es común que la gente descargue música para su uso personal (también a veces pagando por ella).
7. Youtube
Este inmenso banco de videos, gratuito y a disposición de cualquiera con conexión a internet, hace que ya no necesites hacerte del archivo que quieres escuchar. El streaming ha llegado para quedarse, sin costos, sin complicaciones. Cualquier video de música que en su momento disfrutaste en MTV puedes encontrarlo aquí, en el momento que quieras. Una conexión a Internet ya te garantiza que puedes escuchar tus temas favoritos.
8. Autotune

Es un software para que las cosas se escuchen mejor, en particular, la voz de tus ídolos, y fue creado en 1997. ¿Qué más puede pedir la industria de la música? Desde comienzos del siglo XX, los sintetizadores han copiado y reelaborado electrónicamente los instrumentos clásicos, dando lugar a híbridos y géneros propios... pero con este paso, tus canciones tienen efectos “corregidos” que son inalcanzables con la voz humana sin procesar.
9. Shazam
Esta aplicación te permite identificar lo que escuchas (en la recepción de un hotel, en una sala de espera, o incluso en la radio) solo con las sonoridades, cuando no tienes idea del nombre de la canción o el intérprete. Ahorrate miles de búsquedas desesperadas en Google cuando memorizaste apenas trocitos de una canción: ahora puedes saber cómo encontrar nuevamente esas melodías que te encantaron.






