Según el INEGI, México ocupa el tercer puesto en crueldad animal, sobre todo al considerar el problema de los perros callejeros.
3 prácticas que los mexicanos deberíamos olvidar en pro de los derechos de los animales

Existen otros casos que reciben mucha atención, como lo son la tauromaquia, las peleas de gallos o el abandono de mascotas. Pero hay otros tipos de crueldad animal normalizada que vemos todos los días y que no han recibido la atención que merecen. Lo peor es que es un tipo de violencia en pos de la decoración y de lo que "se ve bonito".
#1 Pollitos de colores

Una gran parte de los mexicanos conocemos a los pollitos de colores. Se venden en puestos de tianguis o en un locales de mercado.
Es triste pensar que un niñoecibirá como regalo a un animalito que seguramente morirá a los pocos días de nacido, ciego e intoxicado debido a la pintura que ahoga su piel.
El proceso de coloración también es violento para los pollitos: la persona encargada arroja el colorante a un grupo de aves y los revuelve sin cuidado dentro de un bote, como si mezclara despreocupadamente una ensalada.
#2 Pajarito de la suerte

Este tradicional juego de feria consiste en que un pájaro te "prediga" el futuro al escoger con su pico un papel con alguna frase acerca del amor, trabajo o la fortuna.
La cuestión es que estos pajaritos pasan su jornada laboral dentro de minúsculas jaulas de madera. Aunque los pajareros cuiden a sus animales ya sea por cariño o por mantener su trabajo, tener a un ave encerrada en un espacio reducido por horas en la calle no es lo ideal.
Peces betta como decoración

No es extraño que en casas, oficinas o celebraciones se utilicen peces betta para adornar el lugar. Por lo general se les ve en peceras redondas y diminutas con agua azul o dentro de vistosos jarrones con plantas.
¿Cómo un ser que vive en el mar va a quedarse metido en un espacio de 10 x 10 o incluso menos? Los peces betta en la naturaleza se alimentan de larvas e insectos, es un mito que puedan sobrevivir sólo con las raíces de una planta.
La claustrofóbica historia de estos peces no termina ahí. El agua azul en la cual nadan contiene un agente tranquilizante para controlar su inquietud en los procesos de transportación y venta.
Durante su tiempo en el aparador se empaquetan en envases como en los que comes gelatina. El tamaño recomendado de pecera para un pez betta es de ¡20 litros! Y con los cuidados adecuados pueden llegar a vivir de 3 a 5 años, o incluso más.
¿No crees que deberíamos comenzar a pensar más en el bienestar de otros seres vivos y menos en si estos pueden entretenernos o adornar nuestras casas?
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