Con el gran crecimiento que ha tenido el cine de superhéroes en la última década, son cada vez más frecuentes las voces que se alzan en contra de una percibida desestimación del género por parte de la Academia y los círculos más o menos oficiales de validación artística en Hollywood, para los que, según esta noción, los superhéroes son vistos todavía como un género menor.
Warner Bros. planea una gran campaña para que Wonder Woman sea candidata al Oscar

La tendencia ha ido cambiando pero no hemos visto aún ninguna película de superhéroes o adaptación de cómics que sea verdaderamente considerada por la Academia para un premio importante (esos que suelen recibir los dramas históricos, las películas biográficas o con mensajes sociopolíticos), quedando relegadas a premios técnicos como efectos visuales, de sonido, edición o maquillaje.
(El único Oscar de importancia para una película de superhéroes fue el de mejor actor de reparto para Heath Ledger, un premio excepcional que se originó, al menos en parte, por circunstancias atípicas: la muerte del actor y el hecho de que The Dark Knight es una película de Christopher Nolan, un director «ajeno» a los superhéroes y respetado más allá del género)
Se ha generado entonces cierto clima de expectativa, una sensación de que el reconocimiento oficial de la Academia es cuestión de tiempo y que nada más basta con que llegue la película correcta, la aventura de superhéroes lo suficientemente lograda y sofisticada como para obrar ese vuelco en la Academia.
La revolución de Wonder Woman

Algunos el año pasado creyeron, ilusos, que esa película podía ser Deadpool, aunque todavía amparados en el humor de la película y el personaje, lo que les permitía no tomar estas posibilidades demasiado seriamente.
- Ver también: «Ryan Reynolds inicia la campaña para el Oscar de Deadpool»
Después de todo, el reconocimiento oficial es importante, pero también lo es la validación que otorga el público comprando entradas y construyendo un éxito de taquilla, e incluso la valoración de la crítica especializada. Ahora, la gran candidata a poner de una vez por todas el género de superhéroes en lo más alto del canon cinematográfico es Wonder Woman, una película que, al igual que Deadpool, ha sido casi sorpresivamente exitosa, rompiendo varios récords de taquilla, y muy bien recibida, aunque por razones muy diferentes.
Según reporta Variety, Warner Bros., envalentonado con el éxito de Wonder Woman después de las decepciones de Batman v Superman y Suicide Squad, planea lanzar una campaña «revolucionaria» para que Wonder Woman llegue a ser nominada como mejor película en los Premios Oscar.
La intención de Warner Bros. es que se convierta en la primera película basada en un cómic en ingresar en la competencia por la distinción más importante de la industria.

Además de la postulación de la película, el estudio quiere lograr también la nominación de Patty Jenkins en la categoría de mejor dirección, lo que también sería un hecho sin precedentes, convirtiéndose en la primera directora nominada por una película de este género, y en una categoría dominada además por realizadores masculinos ( Kathryn Bigelow es la única directora mujer que ha ganado este premio, por su drama bélico The Hurt Locker).
Los estudios suelen destinar una buena cantidad de dinero a la publicidad y otros esfuerzos con la intención de influir la opinión de los votantes de la Academia y convencerlos de que su película es digna merecedora de un Oscar, pero en este caso, con su campaña Warner Bros. deberá arriesgar (y gastar) un poco más para superar esas barreras o prejuicios en torno a los superhéroes.
Sin embargo, Wonder Woman cuenta con elementos con los que no contaba Deadpool.
Los aspectos feministas de Wonder Woman, los más interesantes y genuinos, inherentes a su heroína y al argumento de la película, y otros más superficiales relativos a su producción y el lugar que ocupa en el panorama cinematográfico («el primer gran blockbuster de superhéroes dirigido por una mujer»), están a tono con una sensibilidad predominante en Hollywood, y en especial en la Academia, como ya se pudo comprobar en los últimos Premios Oscar, en las películas nominadas y ganadoras.
Es un elemento que, en cierto modo, ha elevado a la película por encima de un simple entretenimiento en forma de blockbuster y la ha dotado de un aura más seria y respetable.
Es difícil argumentar que Wonder Woman, más allá de todos sus logros y virtudes, sea la más sofisticada o brillante de las películas de superhéroes, pero este detalle le puede jugar a favor, y Warner Bros. sin dudas lo sabe.









