The Walking Dead: la retórica del silencio [Crítica 4x04]

Indifference, el nuevo episodio de la cuarta temporada de The Walking Dead es una prueba viva de que la serie todavía no agota su capacidad para sorprender al espectador. Y vaya si lo hizo. Con la dirección de Tricia Brock y el guión de Matt Negrette, Indifference es un capítulo cargado de los más refinados recursos cinematográficos del clímax, en conjunción con un desenlace al viejo estilo “vuelta de tuerca”. En lo personal, mi episodio favorito en lo que va de esta temporada.

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La apertura del capítulo no podría haberse dado de mejor manera con un diálogo entre Carol ( Melissa McBride) y Lizzy. Paralelamente, el encadenamiento de secuencias que hacen a la reconstrucción del asesinato de Karen y David genera una ambientación que hace a la escena una de las mejores del episodio.

[Alerta de spoilers]

Los viejos demonios

El argumento transcurre en dos escenarios con el silencio como elemento en común. Tyreese ( Chad Coleman) y Michonne ( Danai Gurira) escarban en sus demonios internos casi sin nombrarlos, finalmente entendemos qué es lo que ha estado buscando Michonne todos estos meses.

El alcoholismo de Bob Stookey ( Larry Gilliard Jr.) finalmente se materializa en una escena que vuelve a posicionar a Darryl ( Norman Reedus) como el personaje favorito de los espectadores.

Imagen AMC Networks

Vuelta de tuerca

Pero lo más interesante de Indifference transcurre en la excursión de Carol ( Melissa McBride) y Rick Grimes ( Andrew Lincoln), aquí es donde se le rinde verdadero tributo al nombre del episodio. Indiferencia por la vida es lo que siente Carol cuando asesina a Karen y a David, y no hay bien común que pueda convencer a Rick Grimes de que eso fue una acción correcta. La confesión deriva en una confrontación entre Rick y Carol, donde el silencio de Rick juega un papel protagónico.

No es común ver una retórica del silencio tan bien llevada a cabo como en estas escenas. La ausencia de palabras de Rick no solo desespera a Carol, también invita al espectador a cuestionarse constantemente sobre lo que está por suceder, paradójicamente, estableciendo un diálogo consigo mismo. El efecto final es notable: al mismo tiempo que transcurre la acción, nos encontramos hablando con nosotros mismos, pensando y especulando sobre los posibles desenlaces.

Imagen AMC Networks

El final del episodio se vale del recurso narrativo de la “vuelta de tuerca”. Como si se tratara de un homenaje a “ El Gabinete del Dr. Caligari”, Matt Negrette se las ingenió para atar todos los cabos sueltos en breves segundos. Así es como al final entendemos que Rick siempre tuvo la intención de exiliar a Carol. La búsqueda de víveres fue un mero engaño para persuadirla de salir de la prisión y un acto de misericordia para no dejarla a la deriva y desprovista. Rick no es indiferente a la vida.

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Puntaje 9/10: Hasta ahora habíamos visto asesinatos y conversiones, pero nunca una expulsión, y menos con un personaje tan importante como Carol. Indifference es un episodio rico en clímax y en uso del silencio, un elemento característico en The Walking Dead. Hasta ahora el mejor episodio de la cuarta temporada. 

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