¿Por qué nos gusta tanto Alta Fidelidad?

Cuando Laura ( Iben Hjejle) rompe con Rob ( John Cusack), éste revalúa su vida. Mientras está al frente de una tienda de vinilos y lidia con un par de trabajadores idiotas, el protagonista regresará en los pasos de sus cinco rupturas más dolorosas para averiguar por qué está solo.

High Fidelity (2000) es la adaptación del libro homónimo de Nick Hornby. A más de 15 años de su estreno, los diálogos internos del protagonista y su genial música siguen clavados en nuestros corazones, que consideran el producto final como una de las mejores comedias románticas de todos los tiempos. ¿Por qué? Es nuestro momento de analizar nuestra relación con esta maravilla del cine en un “ top five” (¿podría ser de otra manera?).

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1. El espejo masculino

Rob se considera un imbécil y lo es. Es un típico hombre joven que se enfrenta con la soledad y decide que es momento de crecer. Es un tipo con el que cualquier hombre puede identificarse. Es el muchacho con el que todas hemos salido.

Habiendo crecido en un mundo de hombres, Rob parece solo pensar en él. High Fidelity es una oda a madurar, a aprender a tratar correctamente a las chicas; a ser caballeros. La lección fue aprendida por Rob.

Y claro, las mujeres también debemos retroceder y aprender a leer nuestros pasos. También debemos aprender las lecciones que nos da la vida... ¿Tú ya las aprendiste?

2. Un soundtrack impresionante

Rob tiene una tienda de vinilos, así que sabe de música. Mientras nos adentramos a su vida, escuchamos a The Kinks, John Wesley Harding, The Velvet Underground, Love, The Beta Band, Bob Dylan, Elvis Costello, Stevie Wonder e incluso, Jack Black.

Es un compilado impresionante de buena música que te deja con ganas de más. Seguro quedaste atrapado con algunas de las bandas o cantantes, una vez escuchaste sus canciones en esta película. ¡Tus oídos agradecen cada vez que miras High Fildelity!

3. La relación hombre – música

Más allá de la buena música que escuchamos, High Fidelity juega con la relación hombre – música. Sentimos cada canción en lo más profundo de nuestra alma y nos reencontramos e identificamos quiénes somos en las historias de alguien más.

¿Quién no ha vivido un despecho a través de la música? ¿Quién no ha subido su ánimo gracias a una canción?

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4. El terrible momento que todos vivimos

Ames o no ames, sepas que estás mejor sin esa persona o no… superar el fin de una relación es una de las cosas más duras de la vida. Saber que ya no forma parte de ti y de tu rutina e intentar olvidar al otro, es difícil y High Fidelity repasa esa sensación con tanta inteligencia, que cualquiera se identifica.

¿Con qué más podemos identificarnos? Con querer que esa persona vuelva. ¡Todos hemos cometidos errores en nombre del amor!

5. Directo a la audiencia

Si hay algo que nos encanta de High Fidelity es que es clara y concisa. No es de esas películas donde usas la inferencia, analizas movimientos y descubres la verdad. Rob habla directamente a la cámara y sabes exactamente lo que está pensando. Y eso que piensa él… seguramente tú también lo pensaste alguna vez.  

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