Los zombies más peligrosos y mortales del cine, según sus características letales

Existe un subgénero del cine de terror que apasionó y marcó toda una generación: el cine de zombies. Bajo simple premisa, estas historias giran en torno a una de las tantas conceptualizaciones del apocalipsis, en donde la muerte no es el fin del humano, sino sombría excusa para transformarlo en bestia, plaga y caníbal. Quizá, también, la concepción del terror más elevada: el hombre erigiéndose del Tártaro como enemigo máximo.

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La idea general permanece entre todas las maravillas que el cine nos ha regalado, lo que sí ha evolucionado desde el magnífico trabajo de George A. Romero ha sido la forma en que los zombies fueron materializados. Así que, en caso de que algún día ocurra el tan esperado « fin del mundo», decidimos elaborar un listado con los 5 tipos de zombies más peligrosos. ¡Prepara tu bate de baseball con púas y alambre! Es hora de sobrevivir.

Este análisis no incluirá enfermedades, posesiones, mutaciones o intoxicaciones químicas que roben la consciencia del humano, provocando un estado primitivo y agresivo. En cambio, se concentrará en los elementos de la cultura pop que definen al zombie como tal: un ser que regresó de la muerte y se opone a la vida.

Los clásicos zombies de Romero

El concepto de zombie por excelencia: lento, putrefacto y carente de alguno de sus sentidos. En ocasiones, se presenta como una bestia ciega guiada únicamente por el oído o el olfato; en otras idealizaciones se sustituye el elemento de interacción principal, pero siempre bajo la misma consigna: son seres que se mueven por reacción.

Pese a su altísimo grado de descomposición, su fuerza excede la promedio para un ser humano, alcanzando los 100 kg. De velocidad escasa, son fáciles de esquivar y susceptibles a caer en trampas, aunque la estrategia más certera es no llamar su atención. No obstante, la única forma de eliminarlos es destruyendo su cerebro, por lo que resulta muy común que estos zombies devoren humanos que se confiaron demasiado.

Porcentaje de letalidad: 23%

Zombie «come cerebros», The Return of the Living Dead

La segunda personificación más famosa que, entre otras cosas, extendió el mito de que los zombies se alimentan de cerebros y «viven» mediante su ingesta. En The Return of the Living Dead, esta encarnación mantiene raciocinio y es capaz de interpretar a los humanos, tanto como reaccionar ante sus métodos de defensa. Su inteligencia, aunque primitiva, le hace posible preparar emboscadas y crear sencillas estrategias de captura. Su mandíbula posee las fuerza necesaria para abrir un cráneo y, a pesar de su lentitud, son lo suficientemente ágiles como para escalar pequeñas alturas y sortear obstáculos simples.

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Porcentaje de letalidad: 35%

Zombies «mágicos»

Los resucitados a través de magia ritual son tan letales como la mismísima maldición que los hizo retornar desde el Hades. El caso más popular nace en 1983 con Pet Sematary, novela de Stephen King, posteriormente adaptada al cine por Mary Lambert.

El comportamiento de «los malditos» puede variar: tanto como para seguir las instrucciones de su maestro creador o para seguir su oscuro propósito de forma involuntaria, pero individual. Para vencerlo hay que utilizar la misma magia que los levanto de entre los difuntos o, en su defecto, derrotar al hechicero que los invocó.

Porcentaje de letalidad: 56%

Zombies parasitarios

Este tipo de entidad es mucho más popular en otros formatos (manga, anime, literatura en general), aunque también tuvo presencia en escasos títulos cinematográficos, Night of the Creeps, por ejemplo —una película de culto si te apasiona el cine de terror clase B más bizarro—. A diferencia de otros zombies, los parasitarios son huéspedes de otro organismo. No se trata de una posesión, ni tampoco de control corporal: los parásitos usurparon la vida del anfitrión dejando atrás un sistema motoro instintivo y brutal.

La peligrosidad de estos zombies radica en que para exterminarlos se debe eliminar al parásito. El método más efectivo es la cremación.

Porcentaje de letalidad: 81%

Los zombies patógenos

Si bien existen diversas clases, los más peligrosos, presentes en películas como 28 Days Later (2002), 28 Weeks Later y World War Z, exiben las siguientes características:

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  • Fuerza histérica: este tipo de fortaleza física despierta en momentos de estrés y se debe, en gran parte, a la adrenalina y la noradrenalina, sin embargo, en el caso de los zombies patógenos se alcanza (y refuerza) al romper el limitador conocido como «dolor». El peso muerto aproximado que un zombie puede alcanzar es el de 500 Kg.
  • Velocidad atlética: un máximo de 34 km
  • Resistencia casi infinita e inmunidad.

Debilidades: Headshot, incineración (únicamente para contener y ralentizar).

En casos extremos, la única salida viable es la de encontrar una cura, ya que estos seres son virtualmente indestructibles, quizá no por su fuerza individual, pero sí por la colectiva. En películas como I Am Legend —aunque puristas consideren que tales criaturas no son zombies, técnicamente—, son sensibles a la luz y necesitan reposo colectivo.

Porcentaje de letalidad: 95%

Si nos toca un apocalipsis que los tenga como protagonistas, estaremos muy jodidos. Pero tú, ¿qué piensas al respecto?

Esperamos tus comentarios.

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