A tan sólo una semana del final de la tercera temporada, una dosis doble de Glee fue la movida necesaria para hacer de una gran fiesta, una despedida más sentimental y emotiva. Y en vistas de lo que se viene, yo diría que el efecto está más que logrado… y muy bien logrado.
Llegan las competencias nacionales a Glee [Crítica]

Me resulta un tanto difícil comenzar, pero voy a empezar diciendo que, tanto Props como Nationals, fueron dos grandes capítulos y supieron reflejar gran parte de la esencia que el show tuvo en sus comienzos. Claro que no hay que cantar victoria antes de tiempo, tan sólo digo que fueron buenos capítulos dentro de lo que es el universo Glee.
No es fácil ser Rachel
Vamos por parte. Primero Props. El capítulo abre una vez más con Rachel ( Lea Michele) a la cabeza, convenciéndose a sí misma que no va a rendirse en el intento de cumplir sus sueños, en especial de entrar a NYADA. Desde luego que su futuro en la prestigiosa institución está más que asegurado, pero el hecho de que lo haga con tal persistencia deja de manifiesto que Rachel nació para ser una estrella, y no va a descansar hasta lograrlo. Su interpretación de I Won’t Give Up, fue bastante fuerte y con ella sacó a relucir parte de su dolor y determinación en su sueño a cumplir.
Otra que también tuvo su momento de gloria fue Tina ( Jenna Ushkowitz). Ya hemos visto en varias oportunidades lo ignorado que ha sido este personaje en algunos momentos de la serie. En esta ocasión, Tina cuestiona que ella al ser un miembro fundante de Glee tiene tanto derecho como Rachel a tener un solo. Como muchos otros, siempre ha sido un personaje secundario, pero hay que reconocer que tiene un poco de razón. Siempre ha sido Rachel.
Todo este suceso origina una serie de discusiones que termina en un hecho bastante ingenioso que es cuando Tina tropieza y cae en la fuente y se golpea la cabeza. De pronto, todo queda dado vuelta. Todos cambian de persona y Tina es Rachel. Me pareció muy bueno (y gracioso) ver a Kurt ( Chris Colfer) convertirse en Finn ( Corey Monteith), y a Puck ( Mark Salling) convertido en Blaine. Fue una excelente movida de los guionistas, sin duda, una de las cosas más divertidas del episodio.

De vuelta a la realidad, Tina se da cuenta que la vida de Rachel es complicada y que no es nada fácil ser ella. Para retractarse por lo acontecido, Tina acompaña a Rachel para confrontar a Carmen Tibideaux ( Whoopi Goldberg). A pesar de parecer incorruptible, es notorio como Rachel deja a la prestigiosa artista sin palabras, al recordarle que en sus inicios ella también debió luchar para llegar a donde está.
La realidad es dura
Pero así como el papel de Tina jugó un papel bastante central, también lo fue la historia de Bieste ( Dot-Marie Jones) y Puck ( Mark Salling). Unas semanas atrás, fuimos testigos del episodio de violencia que vivió Beiste, y la situación de Puck, el no poder aprobar el examen (y por lo tanto graduarse), más la repentina aparición de su padre ausente.
Me pareció muy bueno el hecho de que estas historias no quedaran en la nada y volvieran a ser retomadas para darles una resolución. A pesar del clima festivo y de buena vibra que se vivió en ambos episodios, el drama estuvo presente dejando las mejores actuaciones de la noche.
Puck resultó ser acosado por el capitán del equipo de hockey, Rick “The Stick” ( Rock Anthony), y terminó en una pelea. Pero lo que se perfilaba como una típica pelea de secundaria, terminó con Puck a punto de agredir con un cuchillo (de utilería) a Rick. Al ver esta escena es imposible no pensar que el futuro de Puck está totalmente perdido, que no hay nada para él. Como si no tuviera nada que perder. Su condición de chico problemático, y sus actos de rebeldía no son más que una señal de que está pidiendo ayuda a gritos.
A su vez, Puck refleja lo que Beiste siente (ya que a ella también se le cruzó por la cabeza apuñalar a Cooter). Y fue esta situación la que le hizo darse cuenta que no todo está perdido y que la violencia no es la forma de proceder. Con mucha valentía y coraje, Beiste se dirige a casa y deja a Cooter, a la vez que se propone ayudar a Puck, consiguiéndole otra oportunidad para poder graduarse.

Finalmente, Sue ( Jane Lynch) quiere agregar algunos “props” (accesorios) al equipo de New Directions y así ayudarlos a vencer a la competencia. Al comienzo, Will ( Matthew Morrison) opta por escucharla, después de todo Sue ha ganado varios títulos y competencias, y es la última oportunidad de estos chicos de subirse al podio antes de la graduación. Pero al final, Glee mantiene fuerte su premisa de “ ser fiel a uno mismo”, demostrando que no es necesario recurrir a ningún tipo de accesorio o truco. (Claro, tienen a Rachel).
Para dar cierre a este primer episodio, Tina y Rachel hacen su prometido dueto con What a Feeling de Flashdance.
Las Nacionales
La segunda hora se enfocó en las Nacionales. Aquí nos encontramos con todo el grupo, y los adultos que acompañan, de viaje a Chicago para la competencia más esperada de todas. Sin dar paseos por la ciudad ni nada, los New Directions se enfrentan unos a los otros en un arranque de ansiedad y desesperación. El revuelo fue una buena señal, ya que esto los llevó a unirse más y a trabajar verdaderamente como el equipo que son.
Lo que vino a continuación fue de lo mejor que hemos visto, y sin duda, fue otro momento para poner a Rachel en la cima como a una verdadera estrella. La puesta en escena del grupo fue muy buena, aunque me hubiera gustado un poco más de coreografía (especialmente porque cuentan con dos excelentes bailarines). Por supuesto, Rachel fue la protagonist de la noche, y su spectacular performance le dejó con un lugar más que asegurado en NYADA.
¿Quién ganó Las Nacionales? Creo que no hace falta ni que lo diga, ya que era deducible desde el comienzo del show. Nunca hubo ni el menor atisbo de duda de que se iban a llevar el título a casa antes de graduarse. Cliché o no, no se puede negar que fue un momento bastante emotivo, en particular, cuando regresan a casa con el trofeo y toda McKinghley High esperando por su triunfal entrada.
Algunas observaciones más con respecto a las Nacionales. Jesse St. James ( Jonathan Groff) volvió a hacer presencia y esta vez para dar su voz a favor de Rachel frente a Carmen. Desde luego que la recomendación de Jesse no fue muy significativa después de la tremenda interpretación que dio en el scenario, pero por lo menos dejó al descubierto que no guarda rancor. Aquí también nos enteramos que él también falló en su audición con Carmen, pero a pesar de todo, ella lo recuerda.

Esta semana el show tuvo nuevos invitados especiales que, en este caso, formaron parte del jurado: Lindsay Lohan y Perez Hilton. A mi parecer, la presencia de ambos se vio totalmente opacada por las actuaciones y las presentaciones de los grupos.
Alguien parecía olvidado, pero no, Will recibió el reconocimiento de sus pares y de sus alumnos. Los chicos le dieron las gracias por todo, y por haber cambiado sus vidas. Y con mucha razón. Hay que reconocer que el club Glee nació, y llegó a ser lo que es gracias a él. Y la forma de agradecerle fue con el premio de Maestro del Año, y con los chicos de New Directions cantando We Are the Champions.
¿Y ahora, qué queda? La semana próxima es la esperada Graduación, y tiempo de decir adios a varios de estos populares y queridos personajes (a excepción de Rachel y Kurt, cuyas vidas ya fuera de McKingley podremos seguir en la próxima temporada). No hay dudas que el final va a estar lleno de lágrimas y canciones super nostálgicas.






