La mitad de otro episodio en Arrested Development [Crítica 4x05]

Este episodio de la temporada 4 de Arrested Development es hasta el momento el ejemplo más claro de lo que mencionaba en la reseña del anterior: cada episodio tomado individualmente es una muestra incompleta y parcial (un punto de vista) de algo que está sucediendo a nivel global, de manera simultánea, en distintos puntos geográficos e involucrando a distintos personajes.

Lo curioso de todo esto es que, lo que le da el sentido narrativo a la serie, lo que nos permite seguir la historia de episodio en episodio, lo que habitualmente se conoce como “el avance de la trama”, se va dando, no por la acumulación de distintas situaciones y conflictos que se dan a lo largo del tiempo (como ocurre con prácticamente todas las series), sino por la acumulación de situaciones que ya sucedieron pero que no sabíamos que habían ocurrido, por más que, ingeniosamente, los guionistas plantaron varias pistas.

La temporada 4 de Arrested Development transcurre en el pasado; la historia que nos cuenta no se está desarrollando a medida que la vemos, ya ocurrió; en lugar de contárnosla tal y como sucedió, Mitch Hurwitz nos la cuenta tal y como la vivieron cada uno de los personajes, a lo largo de, a lo sumo, algunos meses (supongo).

Un (no tan) nuevo comienzo

El episodio 5 lleva por nombre A New Start (“Un nuevo comienzo”) que es lo que intenta Tobias Fünke ( David Cross) en él, al igual que lo intentó Lindsay ( Portia de Rossi) en el episodio 3 ( Indian Takers) y que, como ahora nos enteramos, son episodios complementarios.

Prácticamente todas las circunstancias que vivió Lindsay cuando decidió viajar a la India para encontrar lo auténtico y realizarse espiritualmente, las vemos ahora centrándonos en Tobias.

Cualquier episodio de Arrested Development que esté centrado en Tobias tiene mucho para ofrecer, gracias a lo inevitablemente hilarante del personaje, a las capacidades humorísticas de David Cross y a los ingeniosos guionistas, así que el episodio tuvo sus grandes momentos.

Revelaciones

De todas maneras, en general, la temporada 4 de Arrested Development viene resultando hasta el momento no tan graciosa como lo era anteriormente, aunque sí sigue siendo tan ingeniosa e inteligente como siempre (o incluso más, con esta novedosa estructura narrativa).

Ante la revelación de que la persona que molestaba a Lindsay desde el asiento de atrás en el avión era Tobias o de que también él era el que golpeó el autobús en el que ella viajaba, es imposible no esbozar una sonrisa -y de estos momentos están llenos los episodios- pero no provoca una carcajada.

No está mal, de todos modos: en esta nueva temporada Arrested Development ha intentado sumar distintos elementos que la hacen una serie nueva realmente, y no una simple copia o imitación de lo que fue en las temporadas anteriores, y ha resignado con ella algo de los momentos más humorísticos. Pero sigue siendo una de las más brillantes comedias y, como se sabe, en cada nueva mirada, los episodios mejoran.

Puntaje: 8. El rompecabezas se sigue armando y vamos descubriendo, no sin cierto asombro y fascinación, los inesperados vínculos que mantienen los personajes y sus circunstancias, aún cuando ellos mismos no son conscientes de ello.