Jason Bourne, el alumno que actualiza al maestro
El género de películas de espionaje siempre había sido un campo lucrativo para Hollywood, aunque casualmente, su principal exponente siempre ha sido un británico.
Bond dominó las películas de espionaje y acción durante más de veinte años, marcó tendencias, estética, moda, fue un ícono de su era que alcanzo su máxima popularidad en los 60. Aun así los tiempos cambian, pero Bond no logro cambiar con ellos. En el mundo más oscuro, brutal y sombrío que surgió luego del 11 de setiembre, el agente 007 ya no era tan interesante ni divertido. La gente quería un nuevo heroé, imperfecto, sangrante y desorientado, tal como el mundo de aquel entonces.
Jason Bourne fue la respuesta. Basado muy superficialmente en las novelas de Robert Ludlum, Bourne era un hombre perdido, desorientado, que luchaba por su supervivencia.
La actuación de Matt Damon, efectiva, fuerte y poco pretenciosa, nos trajo a una nueva clase de espía, el asesino brutal, que mata por acto reflejo y que es parte de un sistema extendido a todas partes del mundo dedicado a perpetuar intereses políticos y económicos y no ideales caballerescos.
The Bourne Identity, estrenada en 2002, fue una excelente película, sumamente rápida, orgánica e inteligente, que contrastó violentamente con la anacrónica y caricaturesca Die Another Day de James Bond que se estreno al año siguiente.
El mundo dió su veredicto, James era divertido, pero Jason era el nuevo número 1.
Así, con su estilo de cámara vertiginoso, peleas brutales, persecuciones realistas y tramas políticas que huelen demasiado cercanas, la franquicia Bourne se convirtió en el referente en materia de espionaje, incluso para Bond.
Así, luego de que el género nos aburriese con trucos imposibles, acrobacias y aparatos, todo eso fue tirado a la basura por una sola película que mostró lo que el talento y la habilidad pueden lograr a la hora de contar historias de espías.
Bourne es un símbolo de la incertidumbre y el caos del mundo moderno, donde siempre hay intereses ocultos detrás de cada decisión importante
Bond por supuesto tomó nota. El elegante Pierce Brosnan fue dado de baja y el más creíble y moderno Daniel Craig fue traído para reemplazarlo en la excelente Casino Royale, que reformuló los mitos de Bond para una nueva era.
Matt Damon ha confirmado que The Bourne Ultimatum (2007) será su última interpretación del personaje, aunque nunca se sabe como podría regresar el espía sin memoria, tal vez con un nuevo actor o quizá con el suficiente dinero para persuadir al protagonista.
Lo importante es que su trabajo está hecho y el público sabe que hay algo mejor que autos invisibles que lanzan misiles desde el parachoques.
Bourne le enseño a Bond trucos nuevos, y este tuvo que aprender.