Hellboy II: The Golden Army, la notable secuela de Hellboy, también escrita y dirigida por Guillermo del Toro, se estrenó en 2008.
Guillermo del Toro y Ron Perlman no guardan rencores acerca del reboot de Hellboy

Pasó casi una década y, en todo este tiempo, del Toro y su protagonista Ron Perlman intentaron incansablemente hacer Hellboy 3, una película que ambos declararon esencial e indispensable, la que completaría la historia del héroe y le daría su cierre necesario y definitivo, y también la más ambiciosa y extraordinaria de la saga (es decir: la más costosa, lo que da una pista de por qué fue tan difícil hacerla).
- Ver también: Así será Hellboy 3... Si es que se hace
Cuando Guillermo del Toro anunció que definitivamente no habría Hellboy 3, después de un último intento desesperado hace nada más que unos meses, no demoró en conocerse la noticia sobre un reboot de la franquicia.
Un nuevo comienzo desde cero, con nuevo protagonista y nuevo director.
David Harbour (el oficial Hopper en Stranger Things) será Hellboy y Neil Marshall (director de la película The Descent y de varios destacados capítulos de Game of Thrones) dirigirá la película, oficialmente titulada Hellboy: Rise of the Blood Queen.

La última vez que del Toro intentó poner en marcha Hellboy 3, dijo que Ron Perlman ya estaba a bordo (algo que ya sabíamos gracias al entusiasmo e interés público que había mostrado el actor) y que el siguiente paso era hablar con Mike Mignola, creador y por lo tanto dueño de los derechos.
Probablemente fue esta negociación la que fracasó, ya que la siguiente noticia de del Toro fue que “100% no habrá secuela”.
Hellboy 3 Sorry to report: Spoke w all parties. Must report that 100% the sequel will not happen. And that is to be the final thing about it
— Guillermo del Toro (@RealGDT) February 21, 2017
Se puede suponer que Mignola no estaba interesado en la tercera parte de la saga original y prefería el reboot.
Sin dudas, no parece un desenlace muy agradable para Guillermo del Toro y para Ron Perlman, ver un proyecto con el que habían soñado por mucho tiempo convertido en algo muy diferente y realizado por otras personas.
Pero ninguno de los dos guarda rencores al respecto.
Una cumbre sin (demasiados) resultados
Primero fue Ron Perlman, que con el actor y comediante Patton Oswalt como mediador, se reunió con su colega David Harbour.
El viejo y el nuevo Hellboy compartieron una amistosa cena, sobre la que luego Perlman escribió en su página personal de Facebook:
Desde los tiempos de Bill Clinton, Menachem Begin y Anwar Sadat que no había una cumbre tan épica y con tan pocos resultados. Aparentemente Patton Oswalt pensó que era una buena idea organizar un encuentro para relajar tensiones entre David Harbour y quien les habla. El resultado: sumé un kilo y medio y me arruiné el hígado. De todas maneras, ¡buena suerte, muchacho!
Dos películas es mejor que nada

Ahora, en una entrevista con THR, Guillermo del Toro también se refirió al asunto del reboot de Hellboy, dejando entrever que, en efecto, fue Mike Mignola quien prefería este camino en lugar de la tercera parte de la saga original con Ron Perlman.
«No soy el propietario de Hellboy, ese es Mike [Mignola]. Él es el padre del personaje y si quiere hacer un reboot me parece perfecto. Yo pude hacer dos películas de Hellboy. Son dos películas más de las que yo pensaba que podría hacer. Así que en lo que a mí respecta, mis bendiciones y buena suerte»
El alejamiento definitivo de del Toro de Hellboy no quiere decir que el director, célebre por involucrarse en numerosas producciones que permanecen inconclusas, no siga persiguiendo viejos proyectos.
En esta entrevista reveló que todavía tiene planeado finalizar la película de Pinocho, en la que ha estado trabajando intermitentemente desde 2008: «Si tienes $45 millones de dólares la hago mañana» bromeó.
Su próxima película, The Shape of Water, está finalizada y su estreno previsto para diciembre.
Para hacerla, del Toro sacrificó su propio salario y sus fondos personales, haciendo una producción con un presupuesto bastante menor que el de un gran estudio: «Grandes presupuestos conllevan grandes discusiones sobre cada cosa» se justificó, «la libertad no tiene precio».
Y lo dice un director que intentó por una década hacer una película sobre un personaje ajeno, así que debe tener razón.









