Green Book ganó un nuevo premio y va como favorita al Oscar: esta es la inspiradora y polémica historia

Green Book es una de esas películas que ya contiene en su ADN las aspiraciones al Premio Oscar.

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Una fiel representante del llamado Oscar Bait, o «carnada para el Oscar», que surge y se construye consciente de esos elementos que, se sabe, suelen cautivar a los votantes de la Academia: una historia sensible e inspiradora, con alguna moraleja social, que extrae su potencia, si es que la tiene, de la etiqueta de «basada en hechos reales», más que de su estética o innovación formal; situada en el pasado para no tener que proponer relatos incómodos o arriesgados sobre la realidad social actual, pero con la que, al mismo tiempo, si guarda alguna vaga resonancia mejor.

Y su objetivo parece encaminado.

Green Book ya fue considerada una de las top 10 del año según el American Film Institute, recibió nominaciones y premios en los Critics’ Choice Awards y en varias otras distinciones de asociaciones de críticos, fue la mejor película en categoría musical o comedia de los Globos de Oro (técnicamente es una comedia dramática) y acaba de ganar mejor película en los premios del Sindicato de productores (PGA Awards), muchas veces considerado el premio que más acertadamente predice los Oscar.

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Y todo eso a pesar de ser dirigida por Peter Farrelly, quien junto a su hermano había dirigido una serie de comedias que los votantes de los Premios Oscar recibirían con una mueca de desagrado ante su sola mención.

¿Un mensaje perturbador?

La historia real es la de Don Shirley y Tony Vallelonga. El primero, un músico negro de jazz, interpretado por Mahershala Ali, y el segundo, un portero de discoteca ítalo-americano interpretado por Viggo Mortensen.

En los 60, el músico se embarca en una gira de conciertos por el Sur Profundo de los Estados Unidos y Vallelonga se convierte en su chofer, iniciando así una amistad interracial que es símbolo de esperanza y humanidad, de superación de los prejuicios, en medio de esa parte del país dominada por un racismo brutal, la segregación racial y las aberrantes leyes de Jim Crow.

La crítica no tuvo más remedio que ver con buenos ojos la película.

En Rotten Tomatoes tiene una aprobación de un 82% y un consenso que asegura que, a pesar del potencial que tenía la historia para salir mal, se salva gracias al habilidoso toque de Peter Farrelly y a dos protagonistas que encajan muy bien juntos.

El renombrado crítico James Berardinelli escribió que la película es «efectiva y conmovedora al mismo tiempo que evita cuidadosamente saturar a su audiencia con un material que para algunos puede ser demasiado perturbador o impactante». El racismo es perturbador e impactante, pero la película tiene la aparente virtud de no mostrarlo así.

Está claro que Green Book no intenta poner incómodo a nadie, sino todo lo contrario. En cierto modo es una fantasía que pretende dar la ilusión de solucionar el racismo.

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En Time Out se dice que la película bien podría emocionarnos, posiblemente hasta las lágrimas, «ante la sola noción de la generosidad y el cambio social (en tiempos en que lo necesitamos urgentemente)»; el crítico de Vulture confiesa haber disfrutado del mensaje completamente digerido de la película gracias al «intensamente dividido clima político actual».

A pesar de todo lo agradable y bienintencionado, la película no pudo evitar la polémica.

¿Una tergiversación histórica?

«Mi hermano nunca consideró a Tony su “amigo”» se quejó el hermano del personaje interpretado por Mahershala Ali en la película.

«Tony era un empleado, su chofer (que se negaba a usar uniforme y sombrero). Es por esto que el contexto y los matices importan. El hecho de que un artista negro exitoso y adinerado empleara a alguien que no lucía como él, no debe perderse al trasladar la historia» agregó el hermano de Don Shirley.

La familia del músico dijo que la película no era fiel a la relación que tenía con ellos, y se quejaron de que no fueron contactados por la producción de la película hasta que ya estaba bien avanzada.

El guion, sin embargo, fue escrito por Peter Farrelly en colaboración con Nick Vallelonga, el hijo de Tony, basándose en entrevistas a su padre y a Don Shirley y en una serie de cartas que Tony le escribió a su esposa.

Mahershala Ali publicó una disculpa a la familia de Don Shirley, y dijo que «hizo lo mejor que pudo con el material que tenía» y que no sabía de la existencia de familiares cercanos de Don, lo que le podría haber servido para «consultar y agregar diferentes matices al personaje».

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Otras quejas más generales apuntan el mensaje edulcorado y simplista de Green Book (incluso a su utilización de la clásica figura narrativa del « blanco salvador»).

Es de notar la comparación con Driving Miss Daisy que trazaron algunos.

Aquella película de 1989, protagonizada por Morgan Freeman y Jessica Tandy, también tenía el mismo mensaje simple y directo de reconciliación racial, destinado a reconfortar antes que a cuestionar o incomodar.

También arrasó en los Globos de Oro y en los Premios Oscar, pese a que ese mismo año también se lanzó la película Do the Right Thing de Spike Lee, uno de los retratos más inteligentes, complejos y contundentes de las relaciones raciales en los Estados Unidos.

Do the Right Thing fue prácticamente ignorada, aunque el paso del tiempo confirmó su vigencia y su genialidad y dejó olvidada e irrelevante a Driving Miss Daisy.

En un curioso giro del destino, Spike Lee lanzó el año pasado su película Blackkkansman, también basada en hechos reales y también con una historia de temática racial, que será posiblemente ignorada en favor de la más amable Green Book.

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