El futuro está llegando a Boardwalk Empire [Crítica 3x01]

Con el estreno de Resolution del pasado domingo finalmente comenzó la tan ansiada tercera temporada de Boardwalk Empire y tengo que decir que la nueva temporada no podía haber comenzado de mejor forma.

(Casi) todo sigue igual en Atlantic City

Luego de que en el episodio final de la segunda temporada, Nucky ( Steve Buscemi) saliera airoso de la acusación que ponía en jaque su puesto y carrera  -gracias en parte a su reciente esposa Margaret ( Kelly McDonald)- las cosas en Atlantic City parecen seguir su rumbo con una aparente paz. Pero no todo es color de rosa y un nuevo personaje irrumpe: Gyp Rosetti ( Bobby Cannavale) un violento siciliano, aparece en escena y como carta de presentación nos ofrece un asesinato en su camino a la ciudad costera.

Un pobre hombre se baja de su auto para ayudar al grupo de Gyp con los problemas en una rueda y que de algún modo ofende al italiano, quien no tiene problema en matarlo a fierrazos y de paso, robarle el perro que traía consigo.

Los Thompson ofrecen una sofisticada fiesta para despedir 1922 y hasta agasajan a sus invitados con, literalmente, un cofre lleno de tesoros.  Todos los personajes del círculo íntimo de Nucky se encuentran allí y Gyp se presenta soberbio y prepotente.

Cuando las cosas se ponen más serias en el sótano y comienzan a hablar de negocios, Nucky informa que desde ese momento sólo le venderá alcohol a Arnold Rothstein ( Michael Stuhlburg). Esto le cae como un balde de agua fría a Gyp, quien había viajado hasta allí para comprarle miles de botellas a Nucky, y comienza a insultar a todos antes de retirarse furioso del lugar. La verdad, un personaje sin escrúpulos –o menos que el resto- y para temer.

Historias secundarias que prometen

Richard Harrow ( Jack Huston) es un personaje que inquieta a pesar de estar siempre en la oscuridad. Se ha convertido en un padre sustituto para el hijo del fallecido James ( Michael Pitt) y no le agrada para nada que Gillian ( Gretchen Moll) intente reemplazar a Amanda haciendo que su nieto la llame “mamá”.

En la casa del Comodoro, que se ha convertido en un burdel de categoría, Gillian sutilmente le hace saber que no debe hablarle del pasado al pequeño. Pero al parecer Richard no es de los que olvidan las cosas y se dirige a saldar cuentas con Manny Horvitz ( William Forsythe) a quien le mete un balazo en la cabeza cuando salía de su casa a hacer una diligencia para Nucky.

Mientras tanto, el agente Van Alden intenta rehacer su vida como vendedor ambulante hasta que el pasado golpea su puerta. Queda en medio de una disputa verbal –gracias a él- entre Al Capone y un nuevo gángster, Nick O’ Banion (Arron Shiver), y este último aprecia el gesto ofreciéndole su ayuda cuando lo requiera.

El personaje femenino por excelencia de la serie, Margaret sigue viviendo una vida de aparente ensueño, pero no deja de inquietarse por cuestiones propias de esa época, como los pocos cuidados que reciben las mujeres embarazadas. Se lo plantea al director del hospital donde ella y Nucky son benefactores –por el dinero de las tierras que Margaret donó a la Iglesia- y al parecer eso no le agrada a nadie. Nucky se lo reprocha fuertemente luego de la fiesta para luego irse con su nueva amante y Margaret queda preguntándose – o al menos eso se infiere- qué sería de ella y otras mujeres si fueran verdaderamente libres.

Un comienzo excelente para una temporada que seguramente tendrá mucha acción y nuevas historias. Intuyo que los siguientes capítulos serán de los mejores que ha tenido esta gran serie. Mientras tanto, el avance el próximo episodio.