De Scrubs al cine: ¿Por qué Zach Braff debería hacer más películas?

Imagen NBC

¿Cuántas veces no hemos reído (o llorado) con las ocurrencias del Dr. John Dorian en Scrubs? Posiblemente, muchas veces.

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Aunque es principalmente conocido por este papel, los demás trabajos de Braff nos acercan a una perspectiva del cine cotidiana y conmovedora.

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Los primeros pasos

Imagen Fox Searchlight Pictures

Braff, más allá de actor, también es productor, director y guionista; por lo que, de alguna manera, hay toques personales en sus films.

Por ejemplo, en su primera película, Garden State (basada en su historia personal); el personaje principal, interpretado por él mismo, vuelve a su pueblo natal y se encuentra con su mejor amigo de la infancia, su padre y las calles en donde creció.

Imagen Fox Searchlight Pictures

A partir de esta producción, comenzamos la formación del estilo fílmico de Braff, al menos en cuanto a trama: La nostalgia por los momentos felices.

Otro elemento a considerar también son los personajes: Son reales y cotidianos, por lo que podemos sentirlos más cercanos a nosotros. En una industria predominantemente de efectos especiales y explosiones a lo Michael Bay, este tipo de detalles son un respiro.

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Mantenlo simple

Imagen Focus Features

Una de las virtudes de una buena historia es que no necesita de grandes componentes para ser inolvidable, el plus viene cuando la gente se siente identificada con el planteamiento.

Esta es una de las fortalezas de la perspectivas de Braff, lo sencillo de sus tramas permiten apreciar la riqueza de la misma.

Luego del estreno de Garden State, se generó la expectativa sobre lo que vendría después. Luego de 10 años, y gracias a una campaña de recaudación de fondos, se estrena en las salas de cine: Wish I Was Here.

En planteamiento de Wish I Was Here es la lucha de un padre de familia que desea ver despegar su carrera como actor. Paralelamente debe lidiar con situaciones personales un poco complicadas, lo que llevará a examinar su situación.

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Un film con un estilismo más limpio pero en el que también se refuerzan características de su trabajo anterior: nostalgia, luchas personales, historia vivencial y un toque de humor. Además, podemos volver a ver a Donald Faison y ese engranaje perfecto entre él y Braff como en los viejos tiempos de Scrubs.

Cabe destacar que, en esta segunda ocasión, la música es también es protagonista. De hecho, la crítica alabó el soundtrack de Garden State y en el caso de Wish I Was Here, no queda atrás.

Zach Braff nos ofrece una visión de un mundo noble, sencillo y dulce; personajes e historias conmovedoras, música que nos conectan a épocas felices. Estos recursos son un abreboca de lo que está por venir y de las razones por las cuales deberíamos ver más de este director.

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