Cuando hablamos de proyectos pasión de ciertos directores, generalmente nos referimos a pequeñas películas que, a pesar de sus fallas, son impactos mínimos en la filmografía de éstos, y que conformarán a más de un fanático de esos directores particulares.
Crítica de Noé: el sueño imposible

Claro que, si tenemos que referirnos a una adaptación de un poema escrito por uno de los realizadores más relevantes de los últimos años, quizás esto se salga un poco de proporción. Sí, Noé, de Darren Aronofsky, es una épica de lo más exorbitante, pero nunca deja de ser un receptáculo vacío para un sueño.
Profeta de paja
Ni todos los efectos especiales del mundo pueden salvar a una película, cuyo atractivo principal se centra en un hombre, nuestro Noé ( Russell Crowe) protagonista, que apenas puede mostrar sus sentimientos y, cuando lo hace, hasta el villano nos parece mucho más agradable y digno de un espacio en el arca. Para colmo de males, ni siquiera podemos ver a un hombre temeroso de su Dios, quien le ordenó tan salvaje tarea, sino que su epifanía naval viene en este film de una visión psicodélica, posiblemente para no ofender a ningún grupo religioso.
Sí, esa visión es interpretada por Noé de todos modos como un llamado de Dios, aunque literalmente nadie más lo ve así, y esa figura imponente se hace ausente, a tal punto que el mismísimo villano, Tubal-Cain ( Ray Winstone) pide una señal, la que sea, y la cámara enfoca al cielo vacío, porque no es una deidad la que mueve al film, sino que una persona. Y es gracias a otra persona, Aronofsky, que tenemos 140 minutos de un largometraje repleto de sufrimiento innecesario.
Cálculo errado
Sin embargo, no es que los actores protagonistas no puedan expresar este sufrimiento, pero quizás sea porque Crowe fue el talento incorrecto para el proyecto, fácilmente aplastado en pantalla por sus contrapartes veteranas, entre ellas Jennifer Connelly, Winstone, Anthony Hopkins, y Nick Nolte.
Los actores jóvenes dejan mucho que desear y, si no pudieron mostrar su talento en un proyecto de esta magnitud, ¿qué podrán hacer de sus futuras carreras? Ila ( Emma Watson) es el centro emocional del film, pero no notarían esto por la performance de la actriz.
Aronofsky trajo a la vida a tantos personajes quebrados dentro del panorama cinematográfico actual que obviamente podemos dejar pasar este pequeño (gran) error, esta obvia ambición de querer llevar algo tan personal como un poema a la pantalla grande, aunque quizás este proyecto necesitaba más años de perfeccionamiento y previsualización para evitar ser una decepción de magnitud colosal.
Ver También: Curiosidades sobre Noah de Darren Aronofsky
Noah ya se encuentra en la mayor parte de las salas latinoamericanas. ¿Vieron Noé? ¿Qué les pareció el film?








