Glee sigue por buen camino a medida que se acerca a su final de temporada. De ahora en más, el tema de la graduación y “qué hacer en el futuro”, parecen ser los dos grandes tópicos que se van a tener en cuenta. Cosa que me parece de lo más acertada porque es la trama que mejor han sabido manejar los guionistas, sin caer en las incoherencias que hemos visto a lo largo de esta tercera temporada.
Crítica de Glee 3x16: Saturday Night Glee-ver

No fue todo acerca de música disco en Saturday Night Glee-ver, sino más bien acerca de cuáles son los “sueños” de estos adolescentes y lo asustados que están de no poder cumplirlos, o de no saber cómo cumplirlos. En esta ocasión Sue, Emma y Will decidieron elegir a tres prometedores estudiantes del Glee club pero que no tienen decidido qué hacer luego de la graduación que, en pocas palabras, está a la vuelta de la esquina.
Soñar no cuesta nada
Por lo tanto, después de hacer un cover de una de las canciones más emblemáticas de Saturday Night Fever, los profesores decidieron que el mejor soborno para poner a estos estudiantes a decidirse sobre su futuro, era una réplica del traje blanco que Jonh Travolta usa en la película. Esto nos deja en que Mercedes ( Amber Riley) tiene la ilusión de convertirse en una cantante famosa (al estilo Mariah), pero no cuenta con el apoyo de sus padres; Santana ( Naya Rivera) quiere la fama inmediata, para pronto darse cuenta de que no es válida a cualquier costo; y Finn ( Corey Monteith), finalmente llega a la conclusión de que quiere ser actor y va a aplicar al Actor’s Studio en la ciudad de New York.
Si hay algo en lo que Glee es bueno, es en poner en manifiesto ciertas emociones con las que todos podemos llegar a identificarnos, especialmente, las que provienen de la adolescencia. Hay que reconocer que la idea de que todo adolescente tenga la fantasía de volverse famoso tiene pocas posibilidades de volverse factible en algún punto de la realidad, son casos muy aislados, uno en un millón.
Pero quién no ha experimentado esa sensación de no saber qué hacer en el futuro, de no saber qué querer. Creo que en algún punto, todos hemos atravesado esos momentos de crisis existencial/vocacional que aparece en esa particular etapa de nuestras vidas. Y me parece que el episodio del martes logró exactamente eso, y lo logró bastante bien.

Dejando de lado la parte sentimental, tenemos que reconocer que lo musical volvió a ser protagonista, y se conjugó en una combinación perfecta con la trama. Mercedes hizo su cover de Disco Inferno, que Sam ( Chord Overstreet) subió a Youtube, y recibió la visita de 500 personas y comentarios muy positivos.
Finn se decidió a ir a estudiar a New York (luego de que Rachel pusiera consideración el futuro de él, y le propusiera muchas opciones educativas, bastante alejadas de Broadway). Brittany y Sue ( Jane Lynch), tras el pequeño escándalo con el vídeo porno, demostraron que Santana aún tiene posibilidades de tener un futuro y le confesaron que recibió una beca completa para la Universidad de Louisville.
Los 70 se apoderan de la pista
Mientras tanto en Mckingley High, un infiltrado del grupo de Vocal Adrenaline logra dar con Kurt ( Chris Colfer) y Mercedes en busca de un consejo. Uno de los competidores de la primera temporada de The Glee Project, Alex Newell, debutó como Wade, un chico que quería hacer su aparición en las Regionales vestido de mujer (llamada Unique). Esto dejó al dúo de New Directions en un dilema, pero la coach Sylvester estaba allí para dar consejos, y los convenció de que ayudaran a Wade en su presentación (a modo de sabotaje contra el gran rival).
Como no podía ser de otra forma, en un arranque de bondad, Mercedes y Kurt tuvieron un momento de arrepentimiento y trataron de detener a Unique (al igual que Jesse St. James, que volvió a hacer su aparición como coach de Vocal Adrenaline). Pero el show debía continuar y fue demasiado tarde, pronto nos encontramos con la diva en el escenario cantando Boogie Shoes. Tengo que decir que, aunque no vi The Glee Project, la participación de Newell me pareció una de las mejores de la noche.

El último número del grupo cantando Satying Alive me dejó con esa sensación como que esa va a ser una de las últimas presentaciones de los chicos de Glee. Obviamente todavía quedan varios capítulos, ya está marchando otra temporada en camino, pero ya comienza a esbozarse esas primeras sensaciones de nostalgia, después de todo, se van a graduar, y cada uno va a partir por un camino distinto.
Desde mi punto de vista, fue un gran episodio, y creo que le haría muy bien a la serie seguir por este camino, después de todo quedan tan sólo seis episodios. El próximo capítulo, llamado Dance With Somebody será un tributo a Whitney Huston.






