Crítica de Glee 3x13: Heart

La edición de San Valentin de Glee tuvo de todo un poco. Después de que el episodio anterior fracasara en el intento de sacar a relucir las raíces latinas, el último episodio logró dar justo en el blanco sin caer en excesos o tramas absurdas.

Los padres de Rachel finalmente hicieron su aparición, y no sólo eso, sino que idearon un plan para tratar de disuadir a Rachel ( Lea Michele) y Finn ( Corey Monteith) sobre su compromiso. Uno de los finalistas de Glee Project, Samuel Larsen hizo su entrada a Glee y se unió al God Squad; Artie y Rory pelean por la atención de Sugar. Además, Glee le rinde homenaje a Whitney Huston.

En esta ocasión el profesor Will Schuester ( Matthew Morrison) hizo que los chicos de New Directions cantaran las mejores canciones de amor en honor al día de San Valentin. Obviamente el tema no deja de ser cliché, paro para la seguidilla de malos capítulos que se estuvieron emitiendo, Heart fue una excepción.

Sin duda la aparición más esperada la hicieron Jeff Goldblum y Brian Stokes Mitchell, como Hiram y Leroy Berry, los padres gay de Rachel que de pronto regresaron para darse por enterados que su hija está comprometida para casarse con Finn, a lo que reaccionaron de forma muy entusiasta y comprensiva.

Pero claro no muchos padres aceptan que sus hijos contraigan matrimonio siendo adolescentes, por lo que los Sres. Berry tenían otros planes en mente, y recurrieron al viejo método de la psicología inversa para ver si podían hacer cambiar de opinión a los jóvenes enamorados. Tras obligarlos a una forzosa convivencia durante una noche, no sólo no lograron que cambiaran de opinión, sino que hizo que aceleraran los planes de casamiento ni bien finalicen las Nacionales.

Parece un teen Jesus

Eso fue lo que dijo Quinn ( Diana Agron) al ver al nuevo estudiante interpretado por fue Samuel Larsen, uno de los finalistas de Glee Project, que decidió incorporarse a la secundaria McKinley como el nuevo estudiante Joseph Hart, un chico extremadamente religioso con look de hippie que decide dejar de lado la educación en casa para sociabilizar un poco.

Esto trajo aparejado el regreso del God Squad (algo así como el escuadrón de Dios), junto a Mercedes, Sam, y Quinn, que pasó el día festivo haciendo telegramas cantados. El nuevo integrante debutó con Stereo Harts de Gym Class Heroes. Otro punto a favor fue la interpretación de Mercedes de I Will Always Love You de la recién fallecida Whitney Huston, para quien fue dedicado el episodio.

Artie ( Kevin McHale) y Rory ( Damian McGinty) pasaron toda la hora disputándose a Sugar, quien estaba planeando dar una súper fiesta de San Valentin y cuyo requisito principal era asistir con una pareja. En medio de la disputa, Sugar no pudo resistirse a los regalos de Rory, dejando al pobre Artie solo. Por otro lado, y hablando del amor Brittany y Santana ( Naya Rivera) tuvieron su primer beso en la pantalla pero parece que alguien se estuvo quejando de sus PDA (demostraciones públicas de afecto), y se ligaron una reprimenda por parte del director Figgins.

Kurt ( Chris Colfer) tiene un admirador secreto, y resultó ser nada más y nada menos que Karofsky ( Max Adler). Después de haber estado recibiendo regalos todo el día de un gorila disfrazado, Karofsky se dejó ver en un restaurante y le confesó sus sentimientos a Kurt, pero huyó rápidamente antes de levantar mayores sospechas frente a un compañero.

Y por supuesto, el último y gran regreso del día lo hizo Blaine ( Darren Chris), en la gran fiesta que Sugar ofreció para sus compañeros. Y decidió abalanzarse hacia el micrófono, junto a Kurt, Mercedes, Rachel y Brittany, para brindar un cover del clásico de B-52, Love Shack. Debo decir que la interpretación no tiene comparación con la versión original, pero tuvo su encanto y fue el broche de oro que puso fin al día de los enamorados.

El próximo episodio de Glee, On My Way será emitido el martes, y después el show hará su retorno en el mes de abril.