En este episodio de American Horor Story, Open House, volvemos a 1994, el año en el que Tate ( Evan Peters) asesinó a sangre fría a unos cuantos de sus compañeros de secundario y luego fue fusilado por un grupo de policías, pero en esta oportunidad para enterarnos del vínculo que une a Constance ( Jessica Lange) con Larry ( Dennis O'Hare), el hombre con el rostro desfigurado por las llamas, que en ese entonces mantenían una relación por fuera del matrimonio de Larry, y que fue lo que finalmente causó que su esposa incendiera la casa incluyéndose a sí misma y a sus hijas, en una revelación que deja a Larry más bien como un héroe que intentó salvar a su familia del fuego y que luego quedó afectado por su muerte, contrariamente a lo que creíamos hasta ahora.
Crítica de American Horror Story 1x07: Open House

También, nos enteramos que Constance tiene un hijo, monstruoso y deforme (¿habrá sido engendrado por el hombre del traje de latex?), que está confinado al ático de la casa, atado con una cadena, como si fuera una mascota algo peligrosa, pero con algunos sentimientos y que le gusta jugar. Constance le pide ayuda a Larry porque le han informado que se llevarán a su hijo, y Larry lo mata, aparentemente para que, al igual que tdos los que murieron en la casa, permanezca en ella para siempre.
Volviendo a la actualidad, tenemos al extranjero que está decidido a comprar la casa, un poco seducido por el precio, pero también seducido por la joven Moira ( Alexandra Breckenridge) que ve una buena oportunidad para que, cuando construyan una piscina allí como le prometió el futuro comprador, encuentren su cadaver y pueda salir de la casa. Pero Larry y Constance saben que no habrá ninguna piscina y que el extranjero planea demoler la casa, destruyendo su vínculo con los muertos que la habitan, por lo que convencen a Moira ( Frances Conroy)para engañar al comprador y evitar que esto suceda.
La relación entre Tate y Violet ( Taissa Farmiga) es uno de los aspectos que mejor ha evolucionado en esta historia, ya que Violet parece dispuesta a aceptar el amor de Tate incluso sabiendo que está muerto (tal vez como una forma de alejamiento de sus padres y su relación conflictiva), y esto la ha vinculado más a la casa, de la cual ha ido desentrañando algunos misterios con la ayuda del propio Tate.
Este episodio, sin embargo, tiene una trama algo inconexa; nos enteramos de los detalles de la muerte de Charles Montgomery ( Matt Ross) y su esposa Nora ( Lily Rabe), habitantes originales de la casa, en una de las mejores escenas del episodio; y también de que Vivien ( Connie Britton) está embarazada de gemelos y el embarazo marcha perfectamente, al menos por ahora. Esto último no parece encajar en la historia con aquel episodio de la doctora que vio la ecografía, se desmayó, luego renunció, y se encontró con Vivien para advertirle que en su vientre aloja una criatura diabólica.
Como la construcción de una historia basada en muchos misterios, American Horror Story creo que ha incurrido en algunas inconsistencias con tal de sumar elementos enigmáticos. Pero además, a pesar de que muchas veces nos deja pegado al asiento, ciertas escenas resultan inverosímiles o poco creíbles. Por ejemplo, en este episodio, durante la visita de Ben ( Dylan McDermott) a la casa de Larry, donde Ben parace actuar de una manera poco habitual en él (esto quizás sea una falla del actor), y donde resulta muy extraño que Larry decida contarle toda la -aparentemente verdadera- historia de su familia justo cuando le invadió su casa.
Este episodio es una suma de datos más o menos anecdóticos (el hijo de Constance en el ático, la historia de Larry, la de Charles Montgomery y su esposa), o que se cierran en el episodio mismo (el extranjero que quiere comprar la casa) pero que en suma completan la comprensión de los misterios inherentes a la mansión: ya sabemos que quienes murieron en ella permanecen allí para siempre y conocemos la historia de todos ellos, a excepción del hombre de traje de latex, pero queda instalada la intriga que vendrá, cuando Vivien ve la antigua foto de Nora, la esposa del constructor de la casa, con quien estuvo hablando días atrás.
Puntaje: 6/10. Es un episodio de transición en el que la historia no avanza demasiado, pero no exento de interés y de entretenimiento, y que sirve para mantener la intriga ante lo que vendrá.






