Las premisas de la historia ya eran conocidas: una familia, compuesta por el psiquiatra Ben Harmon ( Dylan McDermott), su esposa Vivien ( Connie Britton) y su hija Violet ( Taissa Farmiga), se muda a la ciudad de Los Angeles mientras intentan superar la crisis en la que están envueltos luego de que Vivien perdiera un avanzado embarazo y Ben la engañara con una de sus estudiantes. Los tres llegan a una antigua y enorme mansión recientemente restaurada que está embrujada y en la que han sucedido varias desgracias.
Crítica: American horror story (piloto)

Comienzo
En el episodio podemos ver como los Harmon, a pesar de que la vendedora de la casa les dice que la pareja que vivió allí anteriormente murió en el sótano, deciden comprar la casa de todas maneras.
Allí intentarán comenzar de nuevo, rehacer sus vidas: Ben y Vivien intentarán intimar y mejorar su relación de pareja luego de la infidelidad de Ben, que a su vez se instala su consultorio en la casa, y Violet, que parece ser una adolescente algo conflictiva y rebelde, pero con una buena relación con sus padres, intentará adaptarse a su nuevo lugar de estudios y sus nuevas amistades (y enemistades).
Desarrollo
Los misteriosos monstruos del sótano de la casa, cuyas apariciones son apenas vislumbradas, pero cuyo peligro y amenaza son constantemente recordados por algunos de los extraños personajes que van apareciendo, marcan una presencia sobrenatural, o sobrehumana, que se convierte en el principal elemento de terror. Es en base a ello que se logran algunos de los momentos más tenebrosos y eficaces de este episodio.
Todos estos elementos, columna vertebral de la historia, parecen estar construidos sobre una serie de referencias a otros clásicos del cine de terror como Amityville Horror y The Shining, o de la televisión, como Twin Peaks: la misteriosa mansión embrujada, en la que han ocurrido varias desgracias y ha muerto gente en circunstancias poco claras, los espíritus de esas personas acosando a los nuevos habitantes que ignoran todas las advertencias sobre los peligros que corren, advertencias que el espectador sabe ciertas pero los personajes no toman en cuenta porque son proferidas por personas enfermas o con apariencia de dementes (incluyendo otros elementos menos significativos, como el sándalo para ahuyentar a los espíritus, o la mascota percibiendo una presencia extraña).
Conclusión
Como dije antes, este episodio por momentos logra eficazmente su cometido y poseé algunos de los mejores momentos de terror que se hayan visto en la televisión últimamente, pero por otra parte, ha logrado también una introducción a los personajes lo suficientemente intrigante como para mantenernos en vilo.
Un aspecto que le da un relieve a la historia es que éstos también deben enfrentar otro tipo de amenaza: sus propios monstruos personales, miedos y complejos cuyas sombras se extienden desde tiempo atrás, y que en este nuevo ambiente cobran fuerza y se potencian al mismo tiempo que se confunden con los provenientes de la oscuridad del sótano de la mansión.
Puntaje: 7/10. Una historia que promete intriga y sobresaltos, personajes con conflictos personales de los que mucho resta saber, y personajes secundarios tan extraños como interesantes.






