A primera vista, podemos pensar que ganar un Oscar es algo puramente bueno y muy positivo en lo que respecta a la carrera de los actores, pero lo cierto es que no todo es color de rosa. Si bien ubicarse en la lista de los más reconocidos del año puede ser una catapulta al éxito, no es lo que ocurre generalmente. Mucho menos en la ganadora de la categoría a mejor actriz de reparto.
Conoce la maldición del Oscar a la mejor actriz de reparto
Por:Univision
Se ha popularizado una especie de mito sobre quienes ganan este premio en particular, que ya es conocido como la maldición del Oscar a mejor actriz de reparto, y te contamos de qué se trata.
No todo lo que brilla es oro
¿En qué consiste? Es bastante simple: con tan solo ver hacia atrás en la historia de los Oscar, entenderás por qué a quienes ganan el premio a mejor actriz de reparto se las considera afectadas por la maldición. La cuestión es que en la mayoría de los casos, las carreras de las actrices que ganan el galardón entran automáticamente en un pozo del que es muy difícil salir.
En lugar de tener más éxito, ser convocadas a mejores papeles y los demás beneficios que supone el reconocimiento, las actrices condenan su historia en el cine al fracaso. Claro que esto sucede más que nada con aquellas actrices que no son de renombre, y que en su mayoría les cuesta mucho mantenerse en el lugar en donde el Oscar las posicionó, y acaban desapareciendo.
Pero esto no termina aquí, ya que a aquellas actrices con una carrera destacada, y que difícilmente llegaría a su fin, sufren la otra cara de la maldición: las separaciones amorosas.
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Todo comenzó con Brenda Fricker y Mercedes Ruehl, ganadoras en 1989 y 1991 respectivamente; y se reforzó con el Oscar obtenido por Marisa Tomei en 1993, quien hasta el día de hoy ha cargado con el rumor de que se lo dieron por error. Estas actrices que ganaron el Oscar no hicieron más que desaparecer, y obtuvieron apenas algunos papeles renegados, con poco o nada de éxito. Aunque en el caso de Marisa Tomei no estamos siendo justos, ya que la actriz luego de una década complicada fue nominada dos veces al Oscar por grandes papeles.
Tras ellas, otras ganadoras llegaron para demostrar que se pueden clasificar en dos grupos: aquellas actrices que aparecen de la nada, ganan el premio, y luego no volvemos a saber de ellas o; aquellas que están en el mejor momento de su carrera y después de ser premiadas sufren un bajón profesional. Algunos ejemplos son Mira Sorvino (1995), que nunca más tuvo un papel que se destacara, y Kim Basinger (1997), que tampoco logró demasiado tras ser reconocida por su actuación en L.A. Confidential. Esta última, además, sufrió la doble maldición, ya que posteriormente acabó divorciándose de su marido.
Otros ejemplos: Whoopi Goldberg, Catherine Zeta-Jones, y Renée Zellweger Todas en la misma situación, sin conseguir remontar su carrera y tener el renombre que tenían antes de recibir la estatuilla.
Pero podríamos decir que lo mismo pasó con actrices que ganaron el Oscar como mejores actrices principales, como Halle Berry o Hilary Swank, que si bien ganó dos Oscar a mejor actriz, nunca se posicionó entre las grandes estrellas de Hollywood,
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Y luego tenemos a las actrices que sufrieron más que nada en lo personal, tras recibir la maldición. Los divorcios y las separaciones también afectaron a las ganadoras de la categoría, y claros ejemplos son la antes mencionada Kim Basinger y Marcia Gay Harden.
También hay excepciones, como Sophia Loren, Judi Dench o Maggie Smith, quienes no tuvieron ese tipo de inconvenientes. Lo cierto es, que hay evidencia suficiente como para pensar que lo que se dice es cierto.
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Puede que sea falta de talento, malos consejos y malas decisiones, o pura coincidencia, pero que sucede, sucede. Aunque si nos guiamos por esta supuesta maldición, deberíamos decir que afectó más a actrices ganadoras del Oscar a Mejor actriz cuyas carreras no brillaron precisamente luego de llevarse la estatuilla, como Sandra Bullock, Reese Witherspoon, Jennifer Lawrence, y hasta Angelina Jolie (quien tiene una carrera plagada de malas películas, pese a quien le pese).
¿Será que pasará lo mismo este año? Ya lo veremos.
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