Después de algunas apariciones engañosamente insignificantes que establecieron la dinámica entre él y Jimmy, el gran Mike Ehrmantraut se convierte ahora en el protagonista absoluto de Better Call Saul, en este episodio que es un spin-off dentro del spin-off y que nos deja preguntándonos cómo hubiera sido toda una serie centrada en Mike. Yo la vería, sin dudas.
Better Call Saul: "Five-O" [Reseña 1x06]

Un hombre fuerte y callado
Desde Breaking Bad traemos incorporada la noción de Mike como uno de los “fuertes y callados”, al decir de Jimmy McGill, un hombre extremadamente profesional, que cumple con su trabajo de manera eficaz y discreta y que trata de no molestar a nadie –excepto a los que sea necesario por su trabajo–, pero como contrapartida no permite que nadie se meta con él, que le diga cómo hacer su trabajo o que se interponga en éste.
Todo eso se reafirmó con las apariciones anteriores como encargado del estacionamiento, aunque en este caso los guionistas buscaban un efecto humorístico, así que es un trabajo mucho más insignificante y ridículo que el de sicario que trabaja para Gus Fring.

Si hasta el momento la presencia de Mike en el universo de Better Call Saul había sido mucho más liviana y humorística que en Breaking Bad, este episodio revierte eso de manera súbita y notable, para adentrarnos en el drama personal y familiar de Mike.
Su llegada a Alburquerque con un balazo en el hombro, la muerte de su hijo, las dudas de su nuera respecto a esta muerte y su desconfianza respecto a Mike, nos meten de lleno en un terreno oscuro y misterioso que poco a poco y, como es costumbre, mediante una narración en varias líneas de tiempo y flashbacks, iremos comprendiendo.
Justicia por mano propia
Ya con la escena del interrogatorio, en la que aparece por única vez Jimmy, nos quedan bastante claros algunos de los hechos principales vinculados a la muerte de su hijo, su huida de Filadelfia y su herida en el hombro, pero no así los detalles que condujeron a ellos y la carga emocional que éstos tendrían. Para eso tendríamos que esperar al final.
Un flashback nos muestra cómo sucedieron exactamente estos hechos que más o menos ya sospechábamos, aunque los detalles no dejan de ser muy disfrutables.
Desde su mentirosa borrachera y su ingenioso plan para engañar a los culpables de la muerte de su hijo, hasta ese desenlace más que satisfactorio, que nos permite ver a Mike en acción haciendo lo que mejor sabe hacer: ser más astuto e implacable que todos.

Poner todo un trasfondo personal y emocional en un personaje que hasta ahora era como un muro duro e impenetrable, es lo que hace este episodio tan atrapante y, sobre todo, es lo que hace tan poderosa y sorprendente la escena final.
Probablemente, nadie se imaginaba que Jonathan Banks pudiera entregar una actuación de ese tipo después de verlo por tantos años interpretar al tipo sin expresión y sin emoción. Y vaya si aquí se expresa y emociona. Esta actuación, además, está coronada por algunas de las mejores líneas que se hayan escrito en una serie.
Mike es ahora un personaje con mayor dimensión, no simplemente el hombre fuerte y callado que quiere mucho a su nieta.
Su costado más afable y sentimental ya había sido sugerido en Breaking Bad también gracias a su vínculo con Jesse Pinkman y, sabiendo ahora todo lo que sabemos del pasado de Mike, la relación con Jesse se ve bajo una nueva y bastante triste perspectiva.
Lo que no ha evitado que el humor en las redes sociales nos dé cosas geniales como ésta:

"Mis dos papás"
Puntaje: 9.5/10.









