Arrow: ciudad teñida de sangre [Crítica 2x21]

Arrow ha vuelvo una semana más por todo lo alto con un episodio que ha convencido de principio a fin y pone las bases de lo que podremos ver en la season finale de la segunda temporada. Recuerden que sólo nos quedan dos episodios para despedir a Oliver Queen & cía. hasta la próxima temporada.

Oliver Queen desaparece sin dejar rastro

El episodio 21 de la  temporada 2 de Arrow titulado City of Blood ha continuado en el mismo punto que lo dejó en el anterior capítulo. Los personajes debían seguir adelante con sus vidas tras la tragedia sucedida y muchos lo han hecho a su propia manera. Sea o no sea la correcta.

[Contiene spoilers]

La muerte de Moira ( Susanna Thompson) ha tenido muchas consecuencias. Thea ( Willa Holland) por ejemplo quiere dejar Starling City ya que no hay nada que le ate allí. Isabel ( Summer Glau) vuelve de entre los muertos y le quitará lo único que conservaba: su local Verdant. La chica planea irse y Oliver le anima a hacerlo.

El hermano mayor de los Queen se ha tomado por el asesinato de la matriarca. No acude al funeral, ni siquiera a la recepción posterior y desaparece del mapa. Felicity ( Emily Bett Rickards) y Diggle ( David Ramsey) descubren que se esconde en una segunda madriguera (gracias a la ayuda de ARGUS) y se culpa por todo lo que ha sucedido. Normal que se sienta de esa manera.

Laurel conecta a Slade Wilson con Sebastian Blood

Arrow debe despertar porque su único propósito ahora es entregarse para que Slade ( Manu Bennett) acabe con la venganza que ha estado tramando desde la isla. Oliver cree que la única solución es dejarse llevar y morir para que el resto de sus seres queridos no sufran más las consecuencias. Pero obviamente está equivocado.

La única que le abrirá los ojos es Laurel ( Katie Cassidy). La chica sabe su secreto y la conexión que hay entre Sebastian Blood ( Kevin Alejandro), que acaba de ser elegido alcalde de Starling City, y Slade Wilson. Será la excusa perfecta para tramar un plan y hacer lo que sea posible para evitar que el ejército de Wilson tome las calles de su ciudad.

Los soldados comienzan la destrucción de Starling City

Oliver ( Stephen Amell) intentará un nuevo movimiento. Sabiendo que el ejército se mueve en el subsuelo, hará lo posible para sepultar en su interior a parte de los hombres que han sido inyectados con el mirakuru. El plan podría llegar a buen puerto pero Slade, de nuevo, va un paso por delante y tiene un as en la manga.

A las 9.00 hs. los soldados se ‘despiertan’ y empiezan a aniquilar a la gente. Vemos lo que ocurre por ejemplo en la comisaría con Quentin ( Paul Blackthorne) o en la estación donde Thea había decidido marcharse. Parece que las cosas tendrán que esperar para todos, porque un ejército se dirige a la ciudad y nadie sabe las consecuencias que puede tener para todos.

Puntaje: 9/10. De nuevo un capitulazo de la serie Arrow que ha enganchado desde el minuto 1. Quizás sea porque necesitábamos ver cómo se resolvían las cosas o porque estábamos sedientos de esa acción que prometen en episodios posteriores.