El Alcalde Diamante es uno de los personajes secundarios más pervertidos y mentirosos de Los Simpson, clásicamente, porque es un político. Pocas veces en la historia del show Joe Quimby hizo algo decente por Springfield y, sin embargo, el pueblo lo sigue teniendo en mandato.
9 momentos inolvidables del Alcalde Diamante

Afortunadamente, es tan descuidado como hilarante y, si no nos creen, aquí tienen algunos grandes momentos del Alcalde Diamante que los tendrán llorando de la ira (y de la risa).
9. Diamante y la inmigración
Cuando los osos plagan Springfield y el pueblo le demanda una respuesta, la primera alternativa es que paguen por una solución. Cuando se niegan a esto, Diamante hace lo más razonable: apilar odio hacia los inmigrantes para distraer al pueblo del tema osos.
8. El hijo del alcalde
En un acto típico de cualquier político, muchas mujeres salen a decir que éste ha tenido relaciones con ellas, en la mayoría de los casos teniendo hijos ilegítimos. Al presentarle uno en persona, Diamante básicamente se lo regala a su guardaespaldas para que lo críe.
7. Botón mágico
Una visita guiada a la oficina del alcalde termina en vergüenza cuando su esposa aprieta un botón en su escritorio y, en lugar de resultar en cosas gloriosas, sale una cama en forma de corazón, una bola disco y, obviamente, dos chicas bailando en cubículos.
6. Vacaciones
Nadie dice que el alcalde no pueda tomarse unas vacaciones pero, en el caso de Diamante, el filmar su anuncio vacacional cuando ya está en plena playa provoca mucha ira.
5. Aviso de campaña
Por supuesto que hasta gente como Diamante necesita ser reelegida, aunque el anuncio promocional de éste no le haga muchos favores, poniéndolo frente a la quema de ruedas, al caos del parque de diversiones y, obviamente, el slogan de “él votaría por ti”.
4. Con mi esposa
Todos sabemos que este hombre disfruta de la compañía de las damas, a menos que sean su esposa. Su triste explicación a Homero de por qué tiene que quedarse en casa lo hacen sonar como un niño pequeñito.
3. ¡Una ciudad secreta!
No sólo necesita un botón en su oficina, sino que Diamante además tiene su propia Atlantis llena de jovencitas y obras realizadas con el dinero y material de los contribuyentes. Por supuesto, este lo atribuye a que es una ciudad secreta.
2. Nimoy y Diamante
El muy extrañado Leonard Nimoy apareció en la serie, en el famoso episodio del Monoriel, pero Diamante claramente no tiene ni idea de quién era, primero proclamando “¡que la fuerza esté contigo!” y después confundiéndolo con Alfalfa.
1. Escapando de los problemas
Aunque los ciudadanos no tenían nada que recriminarle, Diamante prefirió destrozar papeles, destrozar el destrozador de papeles y, en un acto maravillosamente cobarde, escapar en caballo al interior de un avión. Reiteramos, no tenía la culpa de nada.







