Todos recordamos cuando Pixar lanzó Monsters, Inc. en el 2001. El peludo Sullivan y el ojo de Mike cambiaron para siempre nuestra percepción sobre los monstruos en las películas animadas. La cinta fue un éxito, y en lo personal recuerdo haberla visto más de una vez, aunque ya no era un niño en aquel entonces.
7 momentos divertidos de Monsters Inc. que seguramente recuerdas


Luego en el 2013, las raras criaturas se fueron a la universidad para convertirse en verdaderos profesionales del susto en la secuela Monsters University. Más allá de cuál es tu preferida, el efecto de la segunda no pudo superar la huella dejada en el 2001.

Ya que recientemente el guionista de la saga Monster Inc. Daniel Gerson perdió su batalla contra el cáncer cerebral a sus 49 años, los monstruos vuelven a ser noticia.
Pero no hay mejor forma de recordar que usando los momentos alegres, ¿y qué puede ser más divertido que las escenas alegres de Monsters?
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1. Los monstruos se asustan
Aquí los pájaros tiran de la escopeta. Los monstruos se asustan de la pequeña y traviesa Boo. Es comprensible.
2. ¿Quién es este?
La expresión de sorpresa del niño es muy simpática pero más gracioso aún resulta el truco del micrófono. No puedo evitar reirme con el chico.
3. ¿Dónde está la niña?
Mike no es muy convincente tratando de proteger a la niña, por lo que se tiene que exponer a los apretones Randall, el monstruo con forma de lagarto. Presta atención a la forma en que este mueve las patas que tiene en el abdomen mientras usa las de arriba para inmovilizar a Mike.
4. Boo a la basura
Bueno, Boo no es tan inocente, se hizo pasar por Mike delante de otros monstruos. Sullivan, por su parte, es demasiado inocente. Primero descuida a Boo para dar un autógrafo y luego sufre por una muerte que nunca pasó.
5. Adios Randall
Los protagonistas se deshacen del malvado Randall no sin antes ver todos sus colores. Pero peor aún fue el recibimiento que le hicieron a escobazos limpios.
6. La fiesta
Así se divierten los monstruos en la universidad.
7. La librería
Sullivan y sus amigos sacan de paso a la medusa que cuida la biblioteca, por una buena causa: ganar una competencia.









