La noción de que series como The Sopranos, The Wire, The Shield u otras más recientes como Game of Thrones, Breaking Bad y Mad Men han cambiado la televisión está muy extendida y ha sido repetida hasta el cansancio, pero eso no la hace menos cierta.
5 reglas de la televisión que ya no se usan

Este fenómeno, inseparable del surgimiento de las cadenas de televisión por cable -que otorgó a los creadores la libertad de explorar otros temas o de correr otros riesgos que antes eran impensados- tiene ahora uno de sus puntos cumbre y muchos consideran que estamos viviendo el mejor momento (en cuanto a creatividad, originalidad y entretenimiento) de la televisión.
Sin dudas, las series de televisión ya no son lo que eran y esto también es ahora fruto de una oferta muchísimo más variada y unos hábitos completamente diferentes de la audiencia (ahora podemos seguir series por internet, verlas de acuerdo a nuestro propio tiempo, etc), pero donde más se nota este cambio es en el abandono de ciertas reglas que antes eran sagradas.
Antes de las series mencionadas, el hábito de mirar televisión era mucho más una distracción, un entretenimiento liviano y evasivo (aunque no siempre) que tenía por objeto principalmente mantenernos enganchados y evitar que cambiáramos de canal. No solían tener el estatus artístico y de calidad que tienen ahora.
El sitio The Wrap listó las cinco reglas que antes eran fundamentales para la televisión y que ahora son frecuentemente subvertidas o violadas. Estas son 5 reglas de la televisión que ya no se usan:
Protagonistas femeninas intachables

Mientras era muy frecuente encontrar a protagonistas masculinos que engañaban a sus mujeres y solían tener sexo casual constantemente, antes era impensado poner en pantalla una mujer que se comportara de esa manera o cuyo comportamiento no fuera lo que marcan las buenas costumbres o los valores familiares.
Hoy en día, en series como Homeland, con su protagonista Carrie Mathison ( Claire Danes), o la nueva serie de FX, The Bridge, con Diane Kruger en el papel principal, no tienen reparos en mostrarnos que ellas también pueden tener sexo luego de conocer a un extraño en un bar. Sonya Cross (Kruger) ni siquiera considera necesario entablar una conversación o intercambiar nombres ya que, en definitiva, sólo quiere tener sexo casual.
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Los personajes principales no mueren

Esta regla era quizá la más evidente antes y la más notoriamente violada en la actualidad. Probablemente, cuando en Game of Thrones se decapitó a Ned Stark ( Sean Bean), al mismo tiempo se estaba eliminando de forma definitiva esta gran regla de la televisión.
Ya en The Sopranos hay una muerte de un personaje muy importante, y también en Dexter, pero Game of Thrones fue mucho más lejos, matando al verdadero protagonista (muchos sabrán también que es una costumbre que Game of Thrones no abandonó, sino que, en todo caso, profundizó).
Los personajes principales tienen que estar en la serie
Por algo son personajes principales, ¿no es cierto? Sin embargo, en la temporada 3 de Homeland, por ejemplo, durante los dos primeros episodios estará completamente ausente uno de los personajes principales. Y la serie probablemente funcione muy bien para toda la audiencia o, incluso, le brinde un elemento adicional a la tensión dramática.

En The Wire, que si bien se puede considerar que no tenía un gran protagonista definido, lo más cercano a eso era Jimmy McNulty ( Dominic West). Durante toda una temporada McNulty casi no aparece, ya que había abandonado la división de homicidios y estaba llevando una vida familiar más tranquila. Nadie antes se hubiera imaginado construir toda una temporada de una serie en la que no estuviera el protagonista.
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“Salvar el Gato”
Hay un viejo manual de escritura de televisión que incluye el ítem “salvar el gato”, de manera figurada, dando a entender que, a poco de comenzar la historia, el héroe debe llevar a cabo algo que le permita ganar la simpatía de la audiencia (por ejemplo, salvar un gato en peligro, de ahí el nombre).

Está claro que esto no sólo se ha abandonado sino que además se apela cada vez más a lo contrario. En House of Cards, la primera vez que vemos al protagonista ( Kevin Spacey), éste mata a un perro, literalmente (aunque es porque está herido y para evitar su sufrimiento, pero aún así). En Low Winter Sun, la nueva serie policial de AMC, vemos en el primer episodio a los protagonistas, detectives los dos ( Mark Strong y Lennie James), asesinar a un tercero, también detective y compañero de ellos.
Darle a la gente lo que quiere
Por mucho tiempo, esta fue una regla inquebrantable. Se pensaba que si la audiencia no obtenía lo que quería (héroes ejemplares, mucha acción y una trama dinámica, finales felices, etcétera) abandonaría la serie, sin embargo, se ha demostrado que es lo contrario.

Así lo explica el creador de Breaking Bad, Vince Gilligan: “Creo que filosóficamente, en general, es mejor no darle a la audiencia lo que quiere, es bueno en el sentido dramático de la serie. Si se demora ese momento, si se hace esperar, ¿no es mucho más divertido? ¿Qué es mejor, el día de navidad o la noche antes de navidad? Siempre creí que la noche anterior era mucho mejor porque estaban todas las posibilidades abiertas”.
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