Postre baklava: deliciosos cigarros árabes para el café

Baklava es una receta muy antigua. Se cuenta que surgió sobre el siglo VIII a.C., cuando los asirios colocaban nueces trituradas en medio de capas de pan, las cubrían con miel y posteriormente las horneaban.

Sin embargo, cuando la receta fue descubierta por los griegos y le aportaron su mágica esencia culinaria, la transformaron en la versión que hoy conocemos, empleando la masa de filo ( phyllo), con una técnica especial que les permite lograr hojas muy finas que pueden enrollarse fácilmente.

Posteriormente, la receta se fue extendiendo y perfeccionando y era considerada una opción propia de las clases acomodadas, llegando hasta nuestros días en diversas versiones, todas deliciosas.

Se caracteriza por ser un postre extremadamente dulce (por eso es ideal para acompañarlo con un amargo café) y especiado por la adición de algunos condimentos propios de la cultura original.

Se prepara haciendo pequeños rollos que asemejan a los cigarros por lo que se conoce como cigarrillos de Baklava.

Ingredientes:

Para la cubierta

• 1 paquete de 1 libra (450g) de masa de filo comercial

Para el relleno

• 2 tazas de nueces
• 1 taza de mantequilla derretida y clarificada (quizás precises un poco más)
• 1/2 cucharadita de clavos de olor molidos
• 1 cucharadita de canela molida
• 3 cucharadas de azúcar

Para el sirope

• 1 taza de agua
• 1 y 1/2 taza de azúcar
• 1/4 taza de miel
• 1 cucharada de jugo de limón

Preparación:

La masa de filo debe dejarse de un día para otro en la parte baja de la nevera para que se descongele ligeramente. Recuerda que esta masa es muy delicada para trabajar, por lo que debe tratarse con mucho cuidado.

Antes que nada, debes preparar el sirope. Mezcla todos los ingredientes (excepto el jugo de limón) en una olla y lleva a ebullición. Deja en el fuego por unos 10 minutos más, luego adiciona el jugo de limón y mantiene en el fuego moderado por otros 10 minutos. Deja enfriar.

En el procesador de alimentos mezcla los ingredientes para el relleno de nueces y tritúralos finamente.

Corta cada lámina de filo en 4 partes iguales.

Toma dos de esas láminas y báñalas suavemente con la mantequilla derretida. Coloca una sobre otra. Distribuye una pequeña porción del relleno formando una línea fina a todo lo ancho de la lámina que queda hacia nosotros. Suavemente enrolla en forma de cigarro doblando los extremos hacia adentro y retirando cualquier porción del relleno que sobresalga.

Repite esta operación con el resto de las láminas y el relleno.

Reparte sobre una bandeja plana para horno ligeramente engrasada, un cigarro al lado de otro, y con una brocha cubre cada uno con una fina capa de mantequilla derretida.

Hornea entre 20 y 30 minutos en el horno precalentado a 160 grados centígrados.

Estando aun los cigarrillos calientes, vierte sobre ellos el sirope ya fresco y deja que sea totalmente absorbido por éstos.

Sirve a temperatura ambiente. Su alto contenido de azúcar les permitirá conservarse fuera de la nevera en un recipiente bien cerrado por unas 2 semanas.

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