El alcohol y el embarazo no son compatibles. Son muchos los especialistas que aconsejan reducir, e incluso evitar el alcohol durante el embarazo, por lo menos durante los primeros tres meses, período fundamental en el desarrollo del feto.
El alcohol durante el embarazo

El consumo excesivo de alcohol es peligroso para el bebé debido a que el alcohol es una toxina, la cual al entrar en el organismo de la madre llega rápidamente al bebé a través de la placenta y el torrente sanguíneo y puede afectar su correcto desarrollo.
Dificultades de aprendizaje, problemas con el movimiento y la coordinación, defectos faciales y problemas de comportamiento son algunos de los problemas que pueden sufrir los bebés cuyas madres consumen alcohol.
El parto prematuro y el aborto involuntario también son algunos de los problemas que pueden producir el consumo excesivo de alcohol.
A ciencia cierta no se puede decir cuánto alcohol se puede beber durante el embarazo, muchas mujeres beben alcohol antes de saber que están embarazadas y sus bebés nacen sin problema alguno, pero lo que es seguro es que beber en exceso y con frecuencia puede ser muy perjudicial.
Lo mejor es evitar el alcohol, de esta forma no solo estaremos evitando que el bebé tenga las dificultades que ya vimos, sino que también estaremos evitando que tenga afinidad con el alcohol.







