No hagas esto si deseas mantener el valor de reventa de tu carro

Cuando un auto sale del concesionario, éste inmediatamente empieza a depreciarse. No obstante, existen prácticas y decisiones que pueden perjudicarlo aún más. A continuación, te compartimos lo que debes evitar para que tu carro no pierda su valor de forma drástica.

Por:Alvaro Castillo

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Esperar largos períodos de tiempo entre lavados. Si no lavas tu auto periódicamente, la suciedad puede dañar la pintura y poco a poco hacer que ésta pierda su brillo, además que se crea un ambiente propicio para que la carrocería empiece a oxidarse. Muchos recomiendan lavar el auto cada semana, otros dicen que es mejor hacerlo cada 15 días, pero no puedes equivocarte si lo haces cada que el auto lo requiera y sea obvio a simple vista.

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Posponer o saltarse los servicios de mantenimiento. Los fabricantes proponen un cronograma de mantenimiento en base a una cantidad de millas recorridas en un intervalo de tiempo, esto para asegurarse que el auto mantenga un correcto funcionamiento. Por otra parte, a los compradores se les aconseja solicitar el historial de servicio de cualquier auto usado que estén considerando adquirir. Los autos que cumplen con esto son mucho más confiables y tienen una vida útil mucho más larga.

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Fumar en el interior del auto. No es ningún secreto que el humo de cigarrillo puede fácilmente impregnarse en los asientos, pero el problema va más allá del mal olor, pues los contaminantes también pueden decolorar algunos elementos de la cabina. No todas las personas fuman y aún las que sí lo hacen prefieren comprarse un auto que esté en las mejores condiciones.

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Acumular muchas millas. Si pretendes quedarte con el mismo auto para toda la vida, la cantidad de millas que recorres no debería de preocuparte tanto. Pero si piensas venderlo en algún momento, es obvio que su valor dependerá en gran medida de cuánto lo hayas conducido. No es lo mismo poner a la venta un auto con 30,000 millas a hacerlo con 60,000 millas, sobre todo porque es en este punto cuando los componentes más caros empiezan a fallar.

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Modificar la apariencia del auto con accesorios extravagantes. Sí, ese alerón puede que le quede fantástico o que esas luces lo hagan ver con más estilo. Lo cierto es que la mayoría de las personas prefieren comprar un auto que se vea lo más parecido posible a como salió de la fábrica. Muchos de los elementos que se encuentran en el mercado de accesorios incluso son ilegales en algunos lugares. No por nada los concesionarios ofrecen diferentes niveles de equipamiento.

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Tener el auto equivocado para la zona geográfica. Ciertos tipos de autos conservan mejor su valor en regiones específicas. Por ejemplo, si vives en Miami, Florida, tener un convertible suena más lógico a que si vivieras en Seattle, Washington. En el caso de que tengas planeado mudarte a una ciudad con un clima diferente, considera antes vender tu auto para que le saques provecho su mejor valor.

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Escoger el color equivocado. Según un estudio de iSeeCars.com, el color de un auto juega un rol importante a la hora de determinar su valor. En los primeros tres años, la depreciación promedio de un auto es de 33.1%, sin embargo, esta disminuye al 27% para los que son de color amarillo y aumenta hasta 37.1% en los dorados. Otros colores que afectan drásticamente el valor de un auto usado son el púrpura, beige, plateado y negro.

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Polarizar las ventanas. Además de reducir el reflejo y el calor, los polarizados también pueden afectar el valor de tu carro. Las leyes sobre este componente también varían considerablemente según el estado y lo que es legal en un lugar puede que sea prohibido en otro.

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Mantener el auto parado por mucho tiempo. Un auto con 34,000 millas recorridas y 3 años de antigüedad no tiene el mismo valor que un auto con la misma cantidad de millas, pero con 8 años de antigüedad. Si piensas vender tu auto, la clave está en encontrar un balance.

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Rayar o abollar la carrocería. Hasta el detalle más pequeño puede llamar la atención y cualquier rasguño, abolladura o grieta juega en contra del dueño. Lo mejor es llevar el auto al taller para darle solución y tratar de recuperar ese desembolso de dinero a través de la venta final. En el peor de los casos, si no recuperas lo invertido, al menos habrá sido más fácil venderlo, pues un auto en condiciones impecables atrae mucho más que uno con golpes.

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